
Los resultados de las elecciones en Alemania abocan a la CDU de Angela Merkel a pactar un tripartito con los liberales del FDP y los Verdes, tras la negativa de los socialistas a reeditar la gran coalición. Christian Lindner, el líder liberal, jugará un papel importante en las negociaciones y ya ha dicho que está a favor de que Grecia salga del euro, en contra de los eurobonos y de endurecer las relaciones con Francia. Muchos piensan que puede sustituir al todopoderoso Wolfgang Schäuble.
El perfil duro y temido de Schäuble como ministro de Finanzas de Alemania puede quedar a la altura de un pequeño gatito si lo comparamos con el futuro socio de gobierno de Angela Merkel, el líder del partido liberal (FDP) Christian Lindner. El joven político ha mostrado en campaña un talante todavía más extremo y beligerante que la mano de hierro de Merkel durante la crisis del euro.
En varias entrevistas en medios internacionales ha dejado clara su posición respecto al euro y a la futura relación con Francia. En Bloomberg, criticó a Merkel por pactar supuestos fondos con Macron para impulsar el crecimiento en Europa y dijo que "todos los países deberían ser responsables de su propia política fiscal".
Después de que la zona euro haya comenzado la recuperación económica, Schäuble se ha mostrado más favorable a una integración de la zona euro abriendo la puerta a una mayor solidaridad entre países contra el riesgo de ruptura de la Unión Europea que ha abierto el Brexit.
En contra de los eurobonos
Lindner se ha opuesto tajantemente a avanzar hacia los eurobonos y una integración fiscal. "La zona euro es poco competitiva y la solución mayoritaria es movilizar más inversiones públicas, pero ya las hay y no es un problema de dinero, falta flexibilidad y menos burocracia". Y añade que los "eurobonos no tienen sentido porque exageraría la responsabilidad compartida".
Pero las fricciones con el partido de Merkel no solo van a llegar por su visión en política exterior, también por sus ambiciones dentro del futuro Gobierno. Este domingo insinuó en Die Welt que el Ministerio de Finanzas es el único con poder suficiente para "mirar a la canciller a la altura de los ojos".
Lindner pone su objetivo en el sillón del todopoderoso Schäuble, ocho años como ministro de Finanzas, con los años más duros del euro y marcando el camino a sus socios comunitarios para salir de la crisis. El joven político ha repetido que no va a repetir los errores de FDP en 2009 cuando asumieron el Ministerio de Exteriores para formar Gobierno con Merkel y terminó engullido y desaparecido electoralmente.
El futuro de Schäuble
Desde UBS, antes de las elecciones, ya contemplaban la posibilidad de que Merkel tuviera que renunciar al ministerio de Finanzas para formar gobierno. En cuyo caso, ven a Schäuble ocupando puestos clave dentro de la Unión Europa. La presidencia del Eurogrupo está en el aire. Jeroen Dijsselbloem tiene medio pie fuera tras el descalabro socialista en las elecciones de Holanda.
De momento, Lindner no se lo va a poner fácil a Merkel para un gran pacto "jamaicano", por los colores de conservadores, liberales y verdes para formar un tripartito. Los ecologistas y la FDP son antagónicos y para el líder liberal "no es muy realista gobernar con ellos".