Puede que no sea la vuelta al cole que había soñado. Edouard Philippe hizo este jueves su regreso a la escena mediática tras una breve pausa estival, y tuvo que salir a la palestra para defender las decisiones fiscales controvertidas de su gobierno. El Primer ministro francés insistió en que el escalonamiento en dos veces de la rebaja de las cotizaciones sociales no modifica la filosofía de la reforma deseada por Emmanuel Macron.
Para disipar las dudas sobre los beneficios reales de los trabajadores, el jefe del gobierno detalló el calendario y las modalidades del dispositivo. "Vamos a reducir las cotizaciones en más de dos puntos desde el 1 de enero y, en septiembre-octubre, las reduciremos de un poco menos de un punto", explicó. Ese mismo día, el ministro de las Cuentas públicas, Gérald Darmanin, precisó en Twitter que el descenso exacto será de 2,2 puntos a 1 de enero de 2018, y de 0,95 puntos en el otoño.
De esta forma, el Ejecutivo ha querido demostrar que los efectos de la reforma serán muy visibles para los trabajadores desde el próximo enero. En esta fecha, la CSG (Contribución Social Generalizada) se aumentará en 1,7 puntos. El descenso en paralelo de 2,2 puntos de cotizaciones salariales garantizará, a pesar de todo, un aumento del salario neto en los activos, mientras que los jubilados y los beneficiarios de ingresos del capital soportarán, ellos solos, el coste de la reforma. Por el contrario, el Primer ministro aún no ha ofrecido detalles sobre las compensaciones de que se beneficiarán los funcionarios y los autónomos, que no pagan cotizaciones.
En cualquier caso, estos anuncios sobre las modalidades de esta reforma permiten entender mejor los beneficios presupuestarios que el Ejecutivo puede esperar de este nuevo calendario. Porque era éste el objetivo principal de este cambio de paso: durante nueve meses, las arcas del Estado se llenarán al mismo tiempo con la subida de la CSG y con la parte de las cotizaciones salariales que aún no se haya eliminado.
En relación con un descenso completo de las cotizaciones en enero, el "beneficio" para las finanzas públicas podría estar próximo a 3.500 millones de euros, según una primera estimación. "Este escalonamiento no se ha hecho para ahorrar, sino para permitirnos poner en funcionamiento varios compromisos del presidente de la República", explican en Bercy. Al mismo tiempo, Edouard Philippe ha reiterado que todos los hogares verán reducirse su impuesto de bienes inmuebles en un 30 por ciento, lo que corresponde a 3.000 millones.
