
El éxito planetario cosechado por los libros y las películas de Harry Potter ha tenido una consecuencia inesperada en Asia: amenaza la supervivencia de las lechuzas en gran parte del continente. Y es que muchos jóvenes asiáticos se han hecho con uno de estos búhos como mascota para emular al joven mago, acompañado en casi toda la saga de Hedwig, una bella lechuza nival.
El comercio ilegal de estos animales ha llegado a tales niveles en la última década en Asia que hay científicos y ecologistas que temen que esté en peligro la supervivencia de esta especie en la región, por lo que han pedido protección a los gobiernos. Para ello, piden que se incluyan los búhos en las listas de especies protegidas.
Más de 13.000 ventas
En 2001, año del estreno de la primera película, se vendieron solo unos pocos cientos de estas aves en Indonesia. Una cifra que aumentó hasta más de 13.000 pájaros el año pasado, según los investigadores Vincent Nijman y Anna Nekaris de la Universidad de Oxford, en declaraciones recogidas por The Guardian. Aves que, ademas, son en la mayoría de ocasiones arrancadas de la naturaleza.
Los investigadores recuerdan, además, que los búhos y las lechuzas suelen morir rápidamente tras abandonar la naturaleza.
El precio de las lechuzas oscila entre los 10 y los 30 dólares, una cantidad asequible para cualquier familia de clase media del país asiático. "La popularidad de los búhos como mascotas en Indonesia puede poner en peligro la conservación de algunas de las especies menos abundantes", advierten los investigadores.
Otros países afectados
El aumento de la venta de búhos no solo afecta a Indonesia en la región. India también ha visto como disminuía el número de lechuzas salvajes en el país tras el éxito de Harry Potter, según denuncia el diputado Jairam Ramesh. Además, en India tienen una doble amenaza, ya que los búhos son a veces sacrificados por sus supuestas propiedades medicinales.
También en Tailandia se ha visto intensificado el comercio ilegal de este tipo de aves, a pesar de estar protegidas por la Ley.
J.K. Rowling condena la situación
La popular autora de la saga, J. K. Rowling, ya condenó en el pasado el uso de búhos como mascotas. Reino Unido ya vivió tras el lanzamiento del primer libro un auge del número de pájaros de este tipo abandonados y recogidos por santuarios, lo que forzó Rowling a manifestarse. "Si alguien se ha visto influenciado por mis libros para pensar que un búho sería más feliz encerrado en una pequeña jaula, quiero decirle con fuerza que se equivoca", advirtió.
"Los búhos de los libros de Harry Potter nunca tuvieron intención de representar el verdadero comportamiento o las preferencias de los búhos reales", asegura Rowling.
Nijman coincide con la autora: "Los búhos no son buenas mascotas. En realidad, la mayoría de los animales salvajes no son buenas mascotas", concluye el investigador.