Economía

El Brexit aprieta en julio: el precio del alquiler y el gasto del consumidor viven su peor racha en años

  • El mercado inmobiliario londinense vive sus peores meses en años
  • Solo el conocido como staycations ayuda a la economía británica

Los efectos del Brexit cada vez son más palpables en las calles de Londres. El precio del alquiler en la capital de Reino Unido bajó en julio un 0,6%, dando continuidad, por cuarto mes consecutivo, a la primera caída del precio del alquiler en la ciudad desde el año 2009. Además, este lunes se ha conocido que el gasto del consumidor cayó durante ese mes un 0,8%. La salida de las islas de la Unión Europea está sacudiendo la economía británica; una economía que ya lucha contra una inflación disparada.

Lo cierto es que el mercado inmobiliario londinense se está debilitando por la incertidumbre que todavía rodea al Brexit y por los problemas de stock de vivienda. A estos obstáculos hay que sumarle la entrada en vigor de los nuevos impuestos que el gobierno de Theresa May aprobó hace meses y que están ahora actuando como "freno" del inmobiliario británico. Así, el coste medio por el alquiler de una casa en Londres se situó el pasado mes de julio en las 1.564 libras (1.729 euros), según informó en un comunicado HomeLet.

Cuando May anunció en abril del año pasado la aprobación de las nuevas tasas, propietarios e inversores se apresuraron a comprar propiedades para evitar el pago de estos impuestos, algo que impulsó al mercado durante los meses de verano de 2016. A pesar de todo, los alquileres en todo Reino Unido aumentaron un 1,1%, impulsados por el aumento en Irlanda del Norte y Escocia.

Por su parte, el precio de la vivienda cayó, según un informe de Halifax, un 0,2% en el segundo trimestre del año en comparación con el trimestre anterior. La cuarta caída consecutiva.

Nueva caída del gasto del consumidor

Pero el Brexit no solo aprieta el mercado inmobiliario británico, sino que el gasto del consumidor se ha visto igualmente afectado de manera muy directa por todo lo que rodea la salida de Reino Unido de la Unión Europea y sus posibles consecuencias. 

Los consumidores británicos recortaron su gasto en julio por tercer mes consecutivo, un 0,8%, en la que ya es la peor racha de los últimos cuatro años. Esta nueva caída supone otro duro golpe para la economía británica justo en el comienzo del tercer trimestre del año y después de que la semana pasada el Banco de Inglaterra rebajara sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año.

Los artículos más afectados fueron la ropa, alimentos y transporte. Este descenso del consumo responde de manera directa al "apretón" que los bolsillos de los ingleses están sufriendo como consecuencia de la inflación y del miedo a un futuro más oscuro tras la drástica desaceleración de la economía. "La cifra proporciona más  pruebas de que el aumento de precios y el estancamiento del crecimiento está apretando los bolsillos de los consumidores", explicó el director de Visa para Reino Unido e Irlanda, Kevin Jenkins.

Por contra, según el informe elaborado de manera conjunta por IHS Markit y Visa, el gasto en hoteles, restaurantes y bares aumentó un 6% en julio como consecuencia de lo que ya se conoce como 'staycations' es decir, la tendencia a quedarse de vacaciones en las islas por la fuerte depreciación de la libra, que ha hecho que para muchos ingleses irse de vacaciones al extranjero sea toda una quimera.

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