Economía

Bruselas mantiene la línea dura en las negociaciones y exige más claridad en los compromisos económicos e Irlanda

  • Reino Unido quiere tener pleno control de sus fronteras
  • Bruselas exige más claridad en los puntos claves de la negociación
El ministro británico para la salida del Reino Unido de la UE, David Davis, y el negociador comunitario, Michel Barnier. // EFE

El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, mantiene la línea dura las negociaciones con Reino Unido y considera "indispensable" que se "clarifique" la posición sobre la factura que deberá pagar por abandonar la UE , que indica "inseparable" de otros puntos de la primera fase de negociaciones, durante la rueda de prensa de la segunda ronda de negociaciones para la salida de Londres de la UE. l Reino Unido deja a Gibraltar fuera de la negociación

Cuatro días de conversaciones entre Barnier y David Davis, representante del Reino Unido para el Brexit, no han logrado acercar posiciones entre los dos bloques. Bruselas ha endurecido la postura exigiendo más detalles sobre la factura que tendrá que pagar Reino Unido por su salida de la Unión Europea, garantías para los ciudadanos europeos y la frontera de Irlanda del Norte e Irlanda.

"Como he dicho claramente a David (Davis, el negociador jefe británico), una clarificación por parte del Reino Unido es indispensable para negociar y lograr progresos suficientes sobre el acuerdo financiero, inseparable de otros elementos del dossier", ha indicado Barnier.

La respuesta de Davis ha sido más enigmática: "Llegar a una solución requerirá flexibilidad en ambos lados". Barnier ha insistido que no es el momento de hacer concesiones, "porque todavía no hemos llegado al momento en el que hay un compromiso de cumplir" con los acuerdos en las negociaciones.

El equipo negociador de Bruselas ha planteado que Reino Unido detalle claramente su posición en la función del TJUE para garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en terreno británico, un análisis detallado de los compromisos económicos por la salida de la UE y la regulación de la frontera en Irlanda, para la próxima reunión en la última semana de agosto.

Desde los negociadores británicos también han transmitido desconfianza sobre los derechos de los británicos que residan en el continente. A Londres le preocupa, que Bruselas no se comprometa a respetar la libertad de movimientos de los británicos entre los países de la Unión Europea.

Posturas enfrentadas

Otro punto clave de esta fase de negociaciones es el de los derechos de los ciudadanos británicos europeos, en el que Davis reconoció que su país coincide con la UE en la "necesidad de certidumbre", aunque discrepa con la perspectiva de Bruselas.

"Estamos de acuerdo en la necesidad de certidumbre para los ciudadanos, pero obviamente tenemos diferentes visiones sobre cómo conseguirlo", indicó.

Bruselas quiere que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sea el garante de los derechos de los ciudadanos europeos instalados en el Reino Unido y de los británicos residentes en la UE.

"Existe una divergencia fundamental sobre la manera de garantizar estos derechos", comentó Barnier, en especial en lo relacionado con cómo asegurar los derechos de futuros miembros de la familia o la exportación de ciertos beneficios sociales.

Reino Unido quiere tener plenas competencias para controlar sus fronteras e impedir que los europeos puedan residir en el país con delitos a cuestas. Aunque por ahora, permiten la entrada en estos supuestos hasta que no se defina la ruptura.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky