
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el domingo un incremento del 50% en el salario mínimo, el tercero en lo que va de año en un intento de aliviar el poder adquisitivo de los trabajadores en medio de una voraz inflación. A pesar de este incremento, según el tipo de cambio más 'realista' supone unos 12,5 dólares al mes (el cambio que dicta el mercado negro), debido a la fuerte depreciación que está experimentando el bolívar.
El nuevo salario mínimo mensual fue fijado en 97.531 bolívares desde los 65.021 bolívares anteriores y está vigente desde el 1 de julio. Este nuevo salario mínimo alcanza los 37 dólares al mes según el tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela que se usa para adquirir los bienes y servicios que no son de primera necesidad.
"Justicia, justicia, frente a la guerra económica", dijo Maduro en un acto transmitido en cadena de radio y televisión. Sin embargo, este salario se coloca como uno de los más bajos de Latinoamérica.
Una "guerra económica"
El mandatario, que convocó a una elección de una Asamblea Nacional Constituyente, asegura que su país sufre una "guerra económica" liderada por la oposición política y los empresarios, cuyo fin ulterior es desbancarlo.
Pero la oposición de Venezuela responsabiliza al mandatario por la grave crisis económica que afecta al país petrolero, por lo que inició una ola de protestas en las que han muerto unas 84 personas.
El presidente también subió a 153.000 bolívares el bono de alimentación, lo que eleva el ingreso mensual integral de los trabajadores a 250.531 bolívares, unos 27 dólares al mes.