Las pensiones subirán este año y los próximos como mínimo un 0,25%. Así lo establece el Factor de Revalorización Anual (FRA) aprobado en 2013, aunque, como ocurrirá este año, ello suponga una pérdida de poder adquisitivo. No obstante, esta subida agravará los problemas presupuestarios de la Seguridad Social, ya que, según los cálculos de BBVA, las pensiones deberían bajar un 2,96% para que el sistema no tuviera déficit este año.
El servicio de estudios de la entidad calcula esta rebaja a través del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) teórico para el ejercicio 2017, que por primera vez se publica dentro de los Presupuestos del sistema. Este índice tiene en cuenta el déficit actual y las previsiones de ingresos y gastos hasta 2022 y ahora mismo indica que sería necesaria una rebaja de casi un 3% este año para evitar los números rojos.

Estos cálculos, según BBVA Research, se traducen en que para una pensión mensual de 1.000 euros, el aumento aplicado en 2017 ha sido de 2,5 euros, pero en realidad, si no existiera el tope mínimo, hubiera supuesto una disminución de 29,6 euros. "La diferencia entre esos dos valores, 32,2 euros, la asume el sistema de pensiones, vía disminución del fondo de reserva y, en 2017, también vía emisión de deuda".
Los ingresos crecerán un 3,6% al año hasta 2022
Para calcular este índice, la Seguridad Social ha publicado por primera vez sus previsiones tanto de gastos como de ingresos hasta el año 2022. Estas previsiones muestran que los ingresos en 2017 superarán ya en un 4,8% su máximo nivel anterior a la crisis y crecerán a una tasa media del 3,6% entre 2018 y 2022, lo que se traducirá en una reducción del déficit del sistema.
Por su parte los gastos lo harán al 2,5%, como consecuencia del aumento del número de pensiones (1%) y del efecto sustitución (1,5%) de las pensiones antiguas por las nuevas. A pesar de la reducción del déficit durante los próximos años, éste seguirá superando previsiblemente los 11 mil millones de euros en 2022.
Según los cálculos de la Seguridad Social, este año tendrá que asumir gastos por importe de 136.740 millones de euros para pagar las 9,58 millones de pensiones en vigor a final de año, así como otros gastos como la incapacidad temporal. Aunque los gastos crecerán en mayor medida que los ingresos en los próximos años, la Seguridad Social continuará en números rojos al menos hasta 2022, tal y como lleva desde 2011.
