Economía

El presupuesto de Trump recorta el gasto público en 3,6 billones de dólares en la próxima década

La Casa Blanca busca reducir el gasto público en 3,6 billones de dólares durante la próxima década a través de fuertes recortes en la mayor parte de programas y agencias federales, que incluyen restricciones sustanciales a las ayudas que el gobierno central de EEUU ofrece a los más necesitados. Un replanteamiento, que según medios de comunicación del país, como la CNBC, supone un profundo cambio en la función del Estado dentro de la mayor economía del mundo.

Según el la propuesta de presupuesto presentada a última hora del lunes para el año fiscal 2018, que entrará en vigor a partir del próximo 30 de septiembre, alrededor de la mitad de la cantidad total, es decir, cerca de 1,7 billones de dólares durante los próximos 10 años, implica reducciones y profundos cambios en programas sociales como el Medicaid, los cupones de alimentos y los préstamos estudiantiles. También se incluyen recortes ya anunciados previamente para la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Estado y el Departamento de Educación, entre otros, además de eliminar instituciones populares como el Fondo Nacional de las Artes.

El gasto en defensa es una de las pocas áreas públicas donde la administración Trump respalda un incremento en su financiación. De hecho, la Casa Blanca solicita un aumento de 25.000 millones de dólares adicionales para estos menesteres durante el próximo año fiscal. De esta forma, la propuesta presupuestaria del presidente cumple con sus promesas de campaña de mantener intactas las pensiones, la Seguridad Social y el Medicare al mismo tiempo que aumenta el gasto en seguridad nacional.

A cambio propone recortes de calado en los programas de ayuda internacional y reduce el acceso a las ventajas fiscales que benefician a los trabajadores con menos ingresos del país. El plan, como ya se había especulado en los medios, no sólo plantea recortes en los cupones de alimentos sino también en los seguros de invalidez. Sin embargo, entre las nuevas propuestas, destaca la partida de 25.000 millones de dólares durante los próximos 10 años para financiar las bajas por maternidad pagadas en todo el país, una medida abanderada por Ivanka Trump, hija del presidente, así como la expansión del programa de Becas Pell para los estudiantes de bajos ingresos.

El director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, definió el presupuesto del gobierno como una medida que "antepone al contribuyente como prioridad". "Ya no vamos a medir la compasión por el número de programas sociales o el número de personas que se acogen a dichos programas", dijo a los periodistas durante la presentación de los presupuestos federales de la administración Trump. "Vamos a medir la compasión y el éxito por el número de personas que ya no requieren de esos programas", aclaró.

Mulvaney aseguró que profundos recortes de gasto propuestos por la Casa Blanca, junto con un repunte del crecimiento, ayudarán a reducir el déficit como porcentaje del PIB a partir del próximo año. De acuerdo con sus cálculos, EEUU podría genera un presupuesto equilibrado en 2027.

Dicho esto, muchos economistas dudan de la administración será capaz de hacer crecer el PIB al 3%, incluso si la Casa Blanca logra implantar su reforma fiscal que promete importantes reducciones de impuestos. El envejecimiento de la población del país y la disminución de la productividad son factores que lastrarán la actividad económica en un momento en que EEUU ya crece cerca de su potencial, según instituciones como el Fondo Monetario Internacional. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estima actualmente que el crecimiento de EEUU alcanzará el 1,9%.

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