Economía

De Guindos rebaja el paro al 11,2% en 2020 pese al menor crecimiento

El Gobierno promete crear 2 millones de empleos en tres años y llegar a 20,5 millones de ocupados. El Plan de Estabilidad ve un 0,5% de déficit en la Seguridad Social a pesar de la falta de reformas.

El Gobierno plantea una mejora más que notable del panorama económico a lo largo de los próximos tres años, sobre todo en materia de desempleo. Las previsiones que el Ministerio de Economía enviará en breve a Bruselas contemplan una rebaja del paro en más de siete puntos los tres próximos años pese a que la economía pisará el freno y crecerá una cuarta parte menos.

El Plan de Estabilidad 2017-2020 sitúa el desempleo en el 11,2 por ciento al final de el trienio, cuando el avance español será de media del 2,5 por ciento en ese periodo. Con los últimos datos disponibles, los de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, la tasa de paro se sitúa en España en el 18,75 por ciento. Para lograrlo, el Gobierno se compromete a crear dos millones de empleos de aquí a entonces, y a que en 2020 haya más de 20,5 millones de ocupados.

Pese a reconocer que habrá una desaceleración de la actividad, el ministro Luis de Guindos sí mejoró el cálculo de PIB para este año dos décimas en relación a lo previsto en los Presupuestos, hasta el 2,7 por ciento. El titular de Economía insistió en que son unas estimaciones "muy, muy moderadas y muy cautas" e incidió en que la actividad vuelve a coger tracción a principios del año. Para fijarlas, Economía ha calculado un nivel muy moderado de inflación, algo superior al 1,5 por ciento, pese a que el IPC se mueve ahora entre el 2 y el 3 por ciento interanual.

El motor principal de la economía seguirá estando en la demanda interna, si bien el patrón será ahora más equilibrado de la mano de las exportaciones. No en vano el escenario esbozado por Moncloa contempla otros tres años de superávit para la balanza por cuenta corriente. Así, las exportaciones crecerán casi el doble de lo que lo hará el PIB en ese periodo (casi un 5 por ciento).

Por encima del PIB aumentará también la inversión, principalmente en bienes de equipo, aunque en construcción también irá ganando terreno para crecer al 3,4 por ciento dentro de tres años. Lo contrario sucederá con el consumo, sobre todo, con el privado, que se irá desacelerando en un contexto de estancamiento de la demanda del sector público.

Ya en lo relativo a este año, del alza del 2,7 por ciento prevista, 2,2 puntos los aportará la demanda nacional y hasta 0,5 puntos llegarán de la mano del sector exterior.

En lo que respecta a la senda fiscal, el Gobierno fija el objetivo de déficit público para 2020 en el 0,5 por ciento del PIB, rozando ya el equilibrio de las cuentas públicas. Este agujero se achacará exclusivamente a la Seguridad Social, puesto que Estado, comunidades autónomas y entidades locales sí habrán alcanzado para entonces la situación de equilibrio presupuestario. Si ese escenario se cumple, el sistema habrá reducido su desequilibrio casi un 70 por ciento, algo que ponen en duda la Autoridad Fiscal AIReF y otros organismos si el Pacto de Toledo no propone una reforma integral de carácter urgente.

La consolidación fiscal

El Programa de Estabilidad, que se enviará junto al Plan Nacional de Reformas, también recoge una reducción de la deuda al 92,5 por ciento del PIB en tres años. Esta bajada, junto al proceso de consolidación fiscal, es la que está detrás del tirón del PIB, según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Al final del periodo recogido en sus proyecciones, Hacienda confía en que los ingresos supongan el 38,7 por ciento del PIB, por encima del 38,3 por ciento estimado para 2017. Al mismo tiempo, el gasto se situará en el 39,2 por ciento de 2020, un nivel similar al de 2007, al inicio de la crisis económica.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montoro defendió que la previsión de recaudación tributaria incluida en el programa hasta 2020 tiene margen para aplicar la rebaja de impuestos comprometida por el PP en su programa electoral. Con todo, el titular de Hacienda recordó que la situación de minoría en que se encuentra el Gobierno obligará a negociar cualquier reforma tributaria con el resto de grupos.

Según el documento, los ingresos totales de las administraciones medidos en contabilidad nacional (que es el baremo que tiene en cuenta Bruselas), ascenderán a 508.523 millones en 2020, de los que 308.612 millones corresponderán a impuestos, un 28 por ciento más que en 2017. La cifra incluye 159.496 millones en cotizaciones sociales, un 11,8 por ciento más de lo previsto para el ejercicio actual.

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