
La Casa Blanca está considerando seriamente su salida oficial del Tratado de Libre de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), según adelantan medios estadounidenses como la NBC, Politico y la CNN. El presidentde de Estados Unidos, Donald Trump, todavía no ha decidido si esta será la decisión final. Sin embargo, esta posibilidad surge después de los últimos enfrentamientos comerciales con Canadá y México.
Recordemos que EEUU impondrá tarifas del 20% a las importaciones canadienses de madera blanda, una medida que ha generado tensiones con la administración de Justin Trudeau, quien mantuvo el martes una conversación telefónica con su homólogo estadounidense. Paralelamente, la Organización Mundial de Comercio (OMC) autorizó a México a sancionar a EEUU tras el largo pleito comercial relacionado con el atún.
En estas circunstancias, fuentes de la administración Trump han confirmado que el gobierno revista una orden ejecutiva donde se declare la intención de EEUU de abandonar su acuerdo comercial con México y Canadá, algo que instigaria cambios inmediatos en el NAFTA. Otra de las opciones sobre la mesa es negociar con sus vecinos sin necesidad de rubricar un decreto, un movimiento que algunos consideran extremo.
Durante una entrevista con el Wall Street Journa, el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, adelantó que el gobierno estadounidense podría emprender acciones comerciales para proteger a las industrias locales de semiconductores, construcción naval y aluminio citando preocupaciones de seguridad nacional.
Ross dijo que la renegociación del NAFTA debería estar terminada para fines del 2017, informó el diario.Ross dijo al diario que si las discusiones con México y Canadá se extienden más allá de diciembre, sería difícil conseguir que el pacto sea ratificado por México, que celebrará su elección presidencial en julio del 2018.
Por su parte, en una entrevista con Reuters, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, espera que la renegociación del NAFTA, que incluye a Estados Unidos y a Canadá, comience a fines de agosto y que se extienda por un período de seis meses. El funcionario afirmó que el cronograma de la conversaciones era ajustado, considerando que el trabajo preliminar a las negociaciones debe pasar por el Congreso de Estados Unidos y que hay elecciones previstas en ambos países en 2018.