Economía

Las empresas francesas preparan un plan B por si gana Le Pen o Mélenchon

  • Nadie se fía de la intención de voto tras lo ocurrido con el Brexit y Trump

Francia se prepara para lo peor. Las empresas del país galo han elaborado de manera sigilosa una vía de escape para que, en caso de que Marine Le Pen o Jean-Luc Mélenchon -cuya intención de voto crece cada día- salgan victoriosos en las elecciones presidenciales que comienzan este mismo domingo, puedan sobrevivir a una posible salida del bloque europeo, de la moneda única o de los acuerdos comerciales. Nadie se fía ya de las encuestas, y menos después de lo ocurrido con el Brexit o con la victoria de Donald Trump, hechos que dejaron en fuera de juego a más de uno. Así es el plan B de las grandes compañías francesas.

"Estamos considerando, en caso de que gane Mélenchon, trasladar nuestra sede a Londres", ha reconocido a Bloomberg el presidente ejecutivo de una importante empresa industrial con sede en París -que ha pedido no ser identificado-. El director general de otra empresas, una de las más grandes del índice de referencia francés, el CAC-40, asegura que sus administradores ya trabajan en un plan B por si Le Pen llega al Palacio del Elíseo. Mientras, algunos como Aramis Auto, un concesionario con sede en la capital, se ha garantizado la financiación bancaria frente a cualquier acontecimiento futuro.

"Hemos aseguramos nuestras líneas de crédito con nuestros bancos hace unas semanas para seguir financiando el negocio", reconoce abiertamente Guillaume Paoli, director general de Aramis Auto. El responsable de la compañía -que vende 32.000 coches al año en Francia- entiende que "es difícil hacer una lista de todas las medidas que deben tomarse" en caso de victoria de Le Pen o Mélenchon.

Una victoria para cualquiera de los dos podría llevar a una caída del euro y de los bonos del gobierno francés, perjudicando a los bancos y compañías de seguros que son los grandes propietarios de la deuda soberana. Por su parte, aunque las grandes empresas exportadoras se beneficiarían en principio de una moneda más débil, la perspectiva de una más que posible subida de impuestos y de un aumento del proteccionismo, podría pesar sobremanera sobre sus balances y acciones.

En general, las empresas no van explicar en público sus preparativos frente a lo que consideran una catástrofe, aunque eso no quiere decir que muchas no estén ya buscando la manera de mejorar su posición mediante la emisión de más deuda a plazos más largos, o el aumento de sus coberturas contra las posibles oscilaciones de la moneda, según explica a la agencia una persona con conocimiento de la situación.

"La filosofía económica de los dos candidatos es muy similar: es totalmente anti-empresarial", lamentó Jean-Francois Buet, presidente de la Fédération Nationale de l'Immobilier (Fnaim). "No nos atrevemos a pensar en un duelo entre Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon en segunda ronda porque eso sería una catástrofe en términos económicos", sentenció.

Lo cierto es que las compañías francesas ya preparan la mudanza a lugares más o menos cercanos como Países Bajos, aunque esto sería un "cambio importante, y no se puede hacer en tan solo unas semanas", argumenta Pierre de Lauzun, jefe de la Asociación Francesa de los mercados financieros, que representa a 140 brokers.

Aun así, la victoria de Le Pen or Mélenchon tendría un efecto inmediato. "Trataríamos de parar inmediatamente de invertir, detendríamos todos los gastos en desarrollo, los aumentos salariales y la contratación", amenza Guillaume Paoli, CEO de Aramis.

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