El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la deuda del gobierno de Grecia sigue siendo "altamente insostenible" y será "explosiva" en el largo plazo, según un informe del organismo al que ha tenido acceso AFP.
El portavoz adjunto del FMI, William Murray, fue preguntado por esta cuestión en la rueda de prensa del jueves, apuntando que desde el organismo "no creen que Grecia necesite más austeridad actualmente" y, aunque señaló la necesidad de más reformas fiscales a medio plazo, incidió en que no deben hacerse hasta que "la brecha de producción se cierre y se minimice el impacto negativo de una temprana recuperación en Grecia".
Murray evitó especular "sobre las implicaciones que las elecciones en varias naciones europeas - como Francia y Alemania, con presidenciales este año - pueden significar para el programa griego".
El Eurogrupo celebrado ayer en Bruselas concluyó sin que se lograse acordar una fecha para el regreso de los representantes de las instituciones acreedoras, entre las que se encuentra el FMI.
Los expertos griegos temen un cuarto rescate
Por su parte, el comité de expertos económicos independientes que conforma la Oficina de Presupuestos del Parlamento griego cree que los retrasos en la negociación con los acreedores del país puede culminar en un cuarto rescate, según indica su más reciente informe trimestral.
Si el Gobierno no aplica con rapidez las medidas exigidas, deberá pedir nuevos créditos para hacer frente a sus necesidades de financiación en 2018, algo que sólo podrían hacer acudiendo a financiarse en los mercados, con una prima de riesgo situada por encima de los 640 puntos básicos, o con un crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad, que implicaría la aceptación de nuevas condiciones.
En el documento se recoge que la previsión de un incremento del PIB del 2,7% que reflejan los presupuestos generales es algo "incierto" y lo consideran "más un mensaje de optimismo que una estimación válida", ya que depende de muchos factores cíclicos y externos.
Los expertos advierten de que si Grecia no logra garantizar la refinanciación de su deuda, volverá a correr el riesgo de impago, quiebra y de una salida de la zona euro.