Economía

La ofensiva contra México hará al país más competitivo

Peña Nieto

Puede salir indemne de la 'tormenta perfecta' por la caída del peso, el acercamiento a China y la subida del petróleo.

Si ha habido un país golpeado por Donald Trump ha sido México. El presidente republicano lleva meses amenazando con desatar la tormenta perfecta sobre el país azteca, cancelando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) y aislando a su vecino del sur. Hasta hoy, las relaciones comerciales entre ambos países se desarrollan bajo un acuerdo regional entre los Gobiernos de Canadá, EEUU y México para crear una zona de libre comercio, con un costo reducido para el intercambio de bienes entre los tres países.

Si el presidente Trump alterase ese statu quo y cumpliese su amenaza de implantar aranceles del 35 por ciento para los productos aztecas, el efecto sería innegable para ambas economías, ya que el 40 por ciento de la fabricación mexicana vendida a EEUU tiene componentes de origen en este país.

Hasta el momento, el líder republicano no ha dejado de tensar la cuerda, lo que ha obligado a México a reorganizar su Gobierno y su industria ante la hostilidad que viene del norte.

México es el gran afectado por su estrecha interconexión con EEUU, y los expertos auguran que las barreras comerciales pueden suponer una caída del 25 por ciento de las exportaciones mexicanas al país vecino, lo que, a su vez, puede contraer su PIB entre un 1 y un 3 por ciento. Pero la crisis en el flujo comercial norteamericano es un arma de doble filo que puede jugar a favor de los mexicanos.

El juego de las divisas

El economista jefe de Arcano, Ignacio de la Torre, explica que, en las últimas semanas, el fenómeno se está volviendo contra Trump. Muchas fábricas del sur del país han cerrado en estas semanas por el desplome de su rentabilidad. ¿El motivo? La proximidad con México, donde la divisa continúa en caída libre ante el relevo en la Casa Blanca y se perfila en los 22 pesos por dólar, con un retroceso de más del 5 por ciento en lo que va de año. El descenso del peso ha vuelto a las fábricas mexicanas mucho más competitivas, lo que, unido a un banco central independiente que está tomando medidas para controlar la subida de precios, fortalecerá al país azteca en el medio y largo plazo.

A ese estímulo se suma el potencial en la relación comercial con China y la subida del precio del petróleo, que favorece los intereses de México.

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