Economía

Las autonomías del PSOE se unen para pedir una armonización fiscal

  • Acusan de "deslealtad" a Madrid por sus rebajas en los tributos cedidos
Imagen de la Conferencia de presidentes autonómicos.

El buen clima y el tono de diálogo que marcó, ayer, la celebración de la sexta Conferencia de Presidentes no impidió que las diferencias entre territorios en materia de financiación dieran lugar a dos grandes bloques diferenciados.

Las autonomías socialistas hicieron frente común contra Madrid para pedir una armonización fiscal entre territorios. A la región presidida por Cristina Cifuentes la acusaron de "deslealtad" con el resto por su política de rebajas fiscales en los tributos cedidos por el Estado. La Comunidad tiene bonificado al cien por cien el Impuesto sobre el Patrimonio y el 99% de la cuota en Sucesiones y Donaciones.

En la práctica, lo que demandan las comunidades autónomas donde gobierna el PSOE es que el Ejecutivo de Mariano Rajoy fije una horquilla, con topes máximos y mínimos en estos tributos para que la fiscalidad sea más homogénea entre territorios. El objetivo es poner fin al llamado dumping fiscal, la práctica que implica que ciudadanos de una región fijen su residencia en otra para aprovechar su fiscalidad más ventajosa.

En este punto, la presidenta regional, Cristina Cifuentes, quiso dejar claro que su Ejecutivo no se plantea en ningún caso subir impuestos, dado que éste fue uno de sus principales compromisos electorales y respondió a sus colegas que la armonización también puede suponer que ellos piensen en bajar tributos en la medida en que les sea posible.

En lo que sí hubo prácticamente unanimidad es en la necesidad de que no se produzca una competencia entre regiones por este asunto y en que o se cambia ya el actual modelo de financiación o el Estado de las autonomías, tal cual lo conocemos, es inviable. No en vano, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, calculó que el sistema actual tiene un déficit de entre 25.000 millones y 26.000 millones de euros, que impide garantizar los servicios públicos fundamentales, tal y como están previstos en las competencias autonómicas.

También hubo consenso a la hora de celebrar que se fije 2017 como el año en que el modelo de financiación actual debe cambiar, pese a que, como recordó algún líder regional, este cambio llegue con retraso. La líder andaluza, Susana Díaz, puso en valor la vuelta a la normalidad institucional que supone la celebración de esta cita.

Que el nuevo modelo sea "retroactivo"

Ximo Puig, presidente valenciano

El líder de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, reclamó que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga efectos retroactivos hasta el año 2014, cuando debiera haberse aprobado su reforma. Puig también apostó por que el Gobierno apruebe algún tipo de reestructuración de la deuda regional, para que los territorios vuelvan a ser financieramente viables. Lamentó las asimetrías profundas entre autonomías y volvió a denunciar el trato diferencial del que goza Madrid.

Apuesta por fijar topes en los tributos cedidos

Susana Díaz, presidenta de Andalucía

La presidenta andaluza, que no quiso entrar en el debate cuerpo a cuerpo con ninguna autonomía, reclamó que el Estado fije unos topes máximos y mínimos para los tipos de los impuestos cedidos, es decir, Patrimonio y Sucesiones y Donaciones. Se trataría de equiparar su configuración a lo que ya se hizo cuando el Gobierno Central cedió una parte del IRPF a los territorios. Aseguró que la propuesta cuenta con el respaldo de Valencia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón.

"Mi Gobierno no va a subir impuestos"

Cristina Cifuentes, presidenta madrileña

Pese a las críticas de otros presidentes autonómicos por la política de rebajas fiscales acometidas en Madrid, su presidenta, Cristina Cifuentes, dejó claro que no piensa endurecerla y que existen muchos tipos de armonización. "Hay armonización fiscal para subir impuestos y la hay para ir a tipos más reducidos, como los de la Comunidad de Madrid", sentenció. También lamentó la no asistencia a la cita de los líderes catalán y vasco y la oportunidad que desaprovecharon con ello.

Rechaza dar poder de veto a Cataluña

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pidió que no se dé a Cataluña un "poder de veto" sobre el nuevo sistema de financiación autonómica, en referencia a que no se retrase su puesta en marcha hasta que el Gobierno de Puigdemont lo acepte. Sería un "poder exorbitante", remachó al respecto. Cuestionado por la armonización fiscal que propuso Susana Díaz, ve "legítimo" la propuesta de la andaluza, aunque Galicia no va a anular la bajada de impuestos ni retomar Sucesiones, defendió.

Pide un modelo que lime desigualdades

Emiliano García-Page, líder castellanomanchego

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que la nueva financiación autonómica debe ser "una palanca para la recuperación social" y para limar las desigualdades que se han visto acentuadas durante la crisis. El número dos de su Ejecutivo, José Luis Martínez Guijarro, explicó que otra de sus pretensiones es cambiar las reglas de juego para que las CCAA puedan sacar ofertas de empleo público "mucho más ambiciosas" y que no se limiten a la tasa de reposición.

Poco optimista con el modelo de financiación

Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León

El presidente de Castilla y león, Juan Vicente Herrera, se mostró satisfecho con los acuerdos alcanzados, en especial los vinculados al empleo y la despoblación, pero reconoció que es poco optimista sobre la reforma de la financiación. Para Herrera, uno de los principales problemas del modelo actual ha sido el predominio de criterios poblacionales frente a la valoración del coste efectivo de los servicios. "No puedo ser optimista en esto", aunque "cada uno juega sus cartas", apuntó.

Foro innecesario por su carácter sectorial

Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno vasco

El portavoz del Gobierno vasco defendió la ausencia del lehendakari Iñigo Urkullu al entender que el Gobierno "ha forzado una convocatoria" que en realidad "tenía carácter sectorial", cuando lo habitual en las conferencias sectoriales es que se reúnan los ministros de determinadas áreas con los consejeros del mismo rama. "Se ha forzado la Conferencia de manera clara para lograr una foto", remachó Erkoreka, recordando que Urkullu prioriza una relación "bilateral" con Moncloa.

Acuerdos inconcretos y que llegan muy tarde

Neus Munté, portavoz del Govern

La portavoz del Govern, Neus Munté, consideró ayer que los acuerdos de la Conferencia de Presidentes "a la que el president Carles Puigdemont declinó asistir" carecen de credibilidad, son muy inconcretos y llegan "muy tarde" por parte del Gobierno central. Al preguntársele si nombrarán un representante en la comisión de expertos sobre financiación autonómica, dejó claro que Cataluña no liderará una propuesta, pero que no quieren desentenderse de los avances que puedan producirse.

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