
La riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros y las deudas que tienen, se situó en 1,219 billones de euros al finalizar el tercer trimestre de 2016, lo que supone un incremento del 3,39 % respecto a los 1,179 billones de un año antes.
Así se desprende de las Cuentas Financieras del tercer trimestre del pasado ejercicio facilitadas hoy por el Banco de España, que también muestran que en relación con el producto interior bruto (PIB), los activos financieros netos representaron el 110,4 %, es decir, 0,4 puntos porcentuales menos que en septiembre de 2015.
En comparación con el trimestre anterior, la riqueza financiera neta de las familias y empresas españolas creció el 1,6 %, ya que a cierre de junio se situaba en 1,192 billones de euros.
Las operaciones financieras netas de los sectores residentes presentaron un superávit de 26.000 millones, equivalente al 2,4 % del PIB hasta septiembre, por encima del 2 % observado en el mismo trimestre del año anterior.
Por sectores institucionales, las sociedades no financieras y el sector de hogares e ISFLSH2 obtuvieron unos saldos positivos del 2 % y del 3,4 % del PIB, respectivamente.
También las instituciones financieras mostraron un superávit (1,8% del PIB), mientras que el sector de las administraciones públicas registró un déficit del 4,8 % del PIB en el mismo período.
La deuda bruta de las sociedades no financieras y de los hogares e ISFLSH alcanzó 1.849.000 millones de euros al final del tercer trimestre de 2016, un 167,5% del PIB, 8,9 puntos porcentuales (pp) por debajo de la ratio registrada un año antes. Por sectores institucionales, la deuda (no consolidada) representó en el mismo periodo un 102,3% del PIB en las sociedades no financieras (si se excluyeran los préstamos interempresariales, la ratio sería un 83,5%) y un 65,2% en los hogares e ISFLSH.