
Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull, cree que los populismos están ganando fuerza porque la ciudadanía está harta de "verdades incompletas". Los populismos plantean soluciones sencillas a problemas complejos, un mensaje que cala en la gente mucho mejor que las soluciones que realmente pueden resolver el problema.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que "los populismos existen porque la ciudadanía está hasta los ovarios y hasta los testículos de falsas promesas, de promesas a medias, de verdades incompletas, de imposibles verdades; de querer creer que sí; de pensar que ahora sí".
"Y por eso escuchan a quienes dicen cosas sencillas que, según se dice, pueden resolver problemas que se exponen como sencillos. Cuando lo cierto es que los problemas son muy complejos y los razonamientos que hay que hacer para abordarlos son bastante enrevesados", destaca el economista catalán.
No hay soluciones fáciles
Otro problema que destaca este experto es que lo que la ciudadanía pueda llegar "a pensar si se deja imbuir excesivamente por el mensaje populista y no lo digiere bien", algo que ha pasado en el Reino Unido con el UKIP y el rechazo a permanecer en la Unión Europea.
Aunque los populismos planteen los problemas y las soluciones de forma muy sencilla, lo cierto es que tanto unos como otros son complejos: "Existe un exceso de capacidad productiva monstruoso; la deuda privada es inabordable por las economías familiares; cada vez menos población activa es necesaria en unos procesos productivos crecientemente robotizados; y como consecuencia de ello la concentración productiva, de propiedad y de renta no cesa de aumentar". Reconducir esta situación no es tarea fácil, asegura el catedrático catalán.