
Con la llegada del final de año son muchos los que buscan la manera de aligerar la factura del IRPF que se tendrá que presentar en primavera. Una de las principales alternativas para ello son las aportaciones a los planes de pensiones cuyo plazo termina mañana. Las pensiones dejan de ser sostenibles en Galicia y Castilla y León.
Y es que el gran atractivo de este tipo de productos es que permite pagar menos impuestos, ya que es posible deducir las aportaciones de la base imponible de la declaración de la renta. Desde el 1 de enero de 2015 el límite máximo de deducción es de 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo o actividades económicas (el menor de los dos), independientemente de la edad, frente a la normativa anterior que situaba el tope en 10.000 euros o el 30% para menores de 50 años y 12.500 euros o el 50% para las personas que superasen esta edad.
A pesar de esta rebaja en la cantidad máxima a deducir, el ahorro fiscal puede ser importante. Además de las propias aportaciones, también se pueden realizar a favor del cónyuge con un límite máximo de 2.500 anuales con derecho a reducción en la base imponible de quien lo ha abonado. Eso sí, para aprovechar esta ventaja fiscal es necesario que cónyuge tenga unos rendimientos netos del trabajo o actividades económicas inferiores a 8.000 euros anuales.
¡Cuidado con los tiempos!
Muchos ahorradores esperan al tramo final de año para realizar sus aportaciones a los planes de pensiones con el aliciente de pagar menos impuestos, pero sepa que la mayoría de los expertos aconseja realizar ingresos periódicos y no uno a final de año. La razón es bien sencilla.
Si usted ingresa dinero anualmente en lugar de mensualmente, perderá por el camino el rendimiento que vaya generando el producto. Carlos de Andrés, director de Inversiones de March AM, explica que "al margen de suponer un menor esfuerzo al partícipe, la inversión periódica obtiene un mayor capital final".
Los tiempos también son importantes cuando hablamos de rescate. A efectos fiscales, el ahorro que acumula el inversor tributa como rentas del trabajo, o lo que es lo mismo, como si fuese un sueldo más. Por tanto, está sujeto al tipo marginal del IRPF que es progresivo, es decir, cuanto más se gana más se paga. Por ello, los expertos también recomiendan esperar al año siguiente de la jubilación para rescatar el plan de pensiones, ya que será el momento en el que sólo se percibirá la pensión de jubilación de la Seguridad Social y, por lo tanto, el ahorrador tendrá menos ingreso y un menor tipo impositivo.
Teniendo en cuenta también cómo tributa el plan de pensiones, a la hora de rescatarlo sepa que si la mayoría de sus aportaciones son anteriores a diciembre de 2006 le conviene recuperar el dinero de una sola vez o en forma de capital, ya que tendrá derecho a una reducción del 40%. Si el grueso de sus aportaciones es posterior a este año, será más beneficioso rescatarlo en forma de rentas, o lo que es lo mismo, periódicamente, ya que el impacto fiscal será más limitado.