Economía

El alza de costes al autónomo abre una grieta en el pacto PP-Ciudadanos

  • C's dirá 'sí' al techo de gasto y se abstendrá en el Decreto tributario
  • Emplear a un nuevo trabajador costará 1.000 euros más al año

Al pacto de investidura sellado por el PP y Ciudadanos se le ha abierto una primera grieta a cuenta de los autónomos. El aumento de costes que va a suponer para este colectivo la puesta en marcha del Real Decreto de Medidas tributarias y de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) aprobados por el Gobierno el pasado 2 de diciembre, ha provocado una mezcla de enfado y resignación entre los socios de la formación naranja, que habían convertido a los trabajadores por cuenta propia en eje fundamental de su programa.

El enfado responde a que el PP se comprometió con el partido de Rivera a mejorar el entramado legislativo con el que hoy por hoy cuenta los más de tres millones de autónomos españoles. Y la resignación, según explican fuentes del partido, a que "poco o nada podíamos hacer" teniendo en cuenta que el PSOE dará su apoyo al Gobierno en el Decreto de subidas de impuestos y del SMI, que el Congreso votará el próximo jueves.

De esa forma, los de Rivera han optado por una solución salomónica: dirán sí al techo de gasto, que también se vota el jueves, al entender que el PP "ha cumplido con C's al no subir IRPF e IVA y no recortar en Sanidad o Educación", pero se abstendrán en el citado Decreto, que se aprobará al margen y que ya está en vigor desde hace más de una semana.

"Tenderemos a ser positivos y aprovecharemos la tramitación de la Ley de Autónomos que nosotros mismos introdujimos en el Parlamento para intentar corregir, mediante enmiendas, lo que a nuestro juicio es equivocado", señalan las mismas fuentes. Éstas recuerdan que gracias a C's el Congreso está debatiendo ahora la extensión a un año de la tarifa plana de 50 euros para emprendedores o una mayor gradualidad en las multas que pagan los trabajadores por cuenta propia cuando se retrasan en el pago de impuestos.

En cualquier caso, desde el partido de Rivera aseguran que "de ninguna de las maneras" se oponen a una subida del SMI. "En lo que nos centramos son en las consecuencias, que pueden ser especialmente negativas tal y como han especificado los colectivos de autónomos", añaden esas fuentes, que aprovechan el momento para pedir "mesura" a los agentes sociales en las futuras subidas de salarios. "España y su mercado laboral no están para grandes fiestas", concluyen.

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA insisten en que si bien el alza del SMI es necesaria, debería haberse aprobado con más margen de tiempo y no cambiando las reglas de juego a un mes vista y sin previo aviso. El problema está en que con esta subida los autónomos que contraten asalariados verán incrementados sus costes salariales en 1.000 euros por empleo el próximo año.

Al mismo tiempo, el aumento del 8% en el SMI elevará la base mínima de cotización al Régimen General en el mismo porcentaje y, con ello, también elevará la base mínima de los autónomos societarios y de los que tengan 10 o más trabajadores (que utilizan esta referencia para sus propias bases mínimas). Éstas se elevarán hasta los 1.153 euros, es decir 300 euros más al año.

"ATA está muy preocupada con esta subida que supone una nueva estocada para el millón de autónomos societarios del país", afirma el presidente de la Federación, Lorenzo Amor, en un comunicado. El alza se suma a la de 2014, cuando las bases mínimas de este colectivo aumentaron también en unos 300 euros anuales. "En tres años, los autónomos societarios han tenido que asumir nada menos que 600 euros de incremento en sus bases mínimas", lamentó.

El IVA y los pagos en efectivo

Sin embargo, los trabajadores por cuenta propia no solo se verán afectados directamente por la subida del SMI, puesto que hay otras dos medidas que pueden tener un impacto negativo en sus negocios. Eduardo Abad, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), se refiere en concreto al control más exhaustivo del IVA y a la limitación del pago en efectivo a 1.000 euros.

Lo más controvertido para los autónomos sujetos a IVA es que a partir de 2017 tendrán que hacer la declaración mensual de este tributo, en vez de trimestral, y no van a poder aplazar los pagos, como sí se les permitía hasta ahora. Esto, en la práctica, supone contar con menos efectivo para circulante, con menos recursos para el propio funcionamiento del negocio.

En lo que respecta a la limitación de pagos en efectivo -hasta ahora fijada en 2.500 euros- va a implicar un encarecimiento en el entorno del 3% de operaciones básicas para los autónomos, como la adquisición de mercancías. El motivo es que todas ellas van a estar sujetas a comisiones y gastos bancarios una vez que los pagos pasen a hacerse vía transferencia o por tarjeta de crédito.

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