
Los sueldos de un tercio de los asalariados en España fueron iguales o inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2015. Mientras el Banco de España sigue recetando moderación salarial, en España cada vez más trabajadores -casi seis millones, de un total de 17,3 millones- cobran, como mucho, unos 9.030 euros al año, una media de 645 euros al mes en 14 pagas. De ellos, más de la mitad, 3,7 millones de asalariados, cobra menos de la mitad del sueldo mínimo fijado por ley, según la Estadística del Mercado de Trabajo y Pensiones 2015 de la Agencia Tributaria.
Si abordamos las cifras por tramos de edad, observamos cómo la precariedad laboral se ceba especialmente con los más jóvenes. En concreto, un 77 por ciento de los asalariados menores de 25 años cobra un sueldo igual o inferior al salario mínimo en España.
Para interpretar la estadística hay que tener en cuenta que este salario no es el que abona una sola empresa, sino que corresponde al acumulado de las percepciones anuales. En cuanto a las rentas medias y medias altas, hay 5,7 millones de personas que ganan de dos a cinco veces el SMI, casi el mismo número que los que no pasan de los 655 euros.
Unas cifras que dan cuenta de la urgencia no sólo de crear empleo, sino de que éste sea de calidad, algo en lo que coinciden desde el Gobierno hasta los agentes sociales, aunque ahí se acabe la sintonía.
A vueltas con la subida
La palpable desigualdad de la que adolece la economía española en cuanto a nivel de rentas es uno de los argumentos que esgrimen los defensores de una subida fuerte del salario mínimo. El Pleno del Congreso aprobó hace escasos días un incremento del sueldo mínimo hasta los 950 euros al final de la legislatura. Lo hizo con 174 votos a favor (incluido el del PSOE), 137 en contra (PP) y 30 abstenciones (de Ciudadanos). De esta forma se cumpliría con la recomendación de la Carta Social Europea, que sitúa el SMI en el 60 por ciento del salario medio.
Una propuesta similar llevaron los sindicatos a sus encuentro con Mariano Rajoy y los representantes de la patronal, donde pidieron que el sueldo mínimo se sitúe alrededor de los 1.000 euros en 2020. En ambos casos, se plantea que el SMI suba en España unos 300 euros en cuatro años, tanto como en los últimos 22 años.
Una apuesta ambiciosa que no parece que el Ejecutivo esté dispuesto a asumir. Desde Economía defendían esta semana la moderación salarial como herramienta de creación de empleo. Aunque el Gobierno no habló de cifras, sí apostó por un plazo de entre cuatro y ocho años para la revalorización, por encima del que contempla la mayoría del Congreso y los sindicatos. Se espera que dé a conocer una oferta concreta la próxima semana, después de saber qué proponen CEOE y Cepyme. La patronal, sin embargo, prevé pronunciarse más tarde, el 14 de diciembre.
Con todo, el plan del Ejecutivo podría situarse en un término medio, que permita cumplir con los límites que fijó Rajoy a la negociación colectiva, entre ellos, cumplir el déficit del 3,1 por ciento del PIB en 2017. Las líneas rojas y el desacuerdo con el SMI han provocado el primer enfrentamiento de la legislatura entre Gobierno y sindicatos. Ayer, los líderes de CCOO y UGT anunciaron movilizaciones en diciembre a la vista de los límites establecidos por el presidente Rajoy al diálogo social. Se organizarán movilizaciones el 15 de diciembre en toda España y una "gran manifestación" el domingo 18 en Madrid. Desde IU, Podemos y el PSOE han mostrado comprensión y han justificado la convocatoria.