Tras la polémica grabación del programa Access Hollywood, donde se pudieron escuchar las declaraciones sexistas del candidato republicano, Donald Trump, y el voraz debate del pasado domingo, su contrincante demócrata, Hillary Clinton, saca ya 9 puntos de ventaja según el último sondeo publicado el martes por la cadena NBC y el Wall Street Journal. Una situación que complica aún más la ya de por sí tensa relación del empresario con el establishment del partido al que representa en su carrera a la Casa Blanca.
Políticos de peso dentro de los republicanos, como el senador de Arizona, John McCain, retiraron recientemente su completo apoyo en las urnas mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo que no hará campaña en favor de Trump. Una decisión que ensancha la profunda brecha dentro del partido que en estos momentos domina ambas Cámaras del Capitolio.
Trump hizo uso de su cuenta en Twitter durante la jornada del martes para arremeter contra Ryan, al que calificó como un líder "débil e inefectivo" y mostrar su bienestar tras haberse "liberado de los grilletes". "Ahora puedo luchar por América como yo quiero", indicó el postulante republicano a la presidencia de EEUU.
La división dentro del partido entre los que apoyan o no a Trump comienza a hacer mella entre los votantes. Recordemos que el próximo 2 de noviembre también están en juego los 435 escaños de la Cámara de Representante y 34 escaños del Senado, lo que pone una mayor presión para los republicanos en su hazaña por mantener su mayoría en ambas cámaras. Según las estimaciones, los demócratas necesitarían 30 puestos en el Congreso para tomar su control y sólo cinco para recuperar la Cámara Alta.
Dadas las circunstancias y en busca de evitar una escisión mayor, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, reiteró su apoyo a Trump a última hora del lunes. Hasta no hace mucho, las principales proyecciones indicaban que los republicanos mantendrían su hegemonía en el Congreso y también lograría hacer lo propio en el Senado. Sin embargo, un nuevo sondeo de la cadena NBC muestra que el margen de los votantes que apoyan un Congreso en manos demócratas es el mayor de los últimos tres años.
