
Las salidas de capitales en China podrían estar siendo mucho más grandes de lo que parece. Según advierten desde Goldman Sachs, los datos oficiales muestran que durante agosto se produjeron pagos en yuanes fuera de China por 27.700 millones de dólares. Este dato supera con creces a los pagos transfronterizos de los últimos años, unos 4.400 millones de media. Estos movimientos se unen a los vencimientos en dólares a los que tienen que hacer frente las empresas chinas que llevan años endeudándose en esta divisa para aprovechar unos intereses más beneficiosos. Esta mezcla puede dificultar el control que ejerce el Banco Popular de China (BPC) sobre el yuan en el mercado de divisas.
Según explica a Bloomberg MK Tang, economista de Goldman Sachs en China, estos movimientos transfronterizos no se pueden explicar con facilidad, pero hay que tenerlos muy en cuenta para analizar las salidas de capitales y su efecto sobre las reservas de divisas, que se habían estabilizado en China en los últimos meses.
Un incremento de las salidas de capital podría terminar con la calma que ha estado predominando en los últimos meses. Aunque ya se puede ver que existe cierta presión sobre la divisa china, el yuan ha caído su nivel más bajo frente al dólar en seis años, desde septiembre de 2010 el yuan no se cambiaba por 0,1488 dólares.
Harrison Hu, economista jefe en China para Royal Bank of Scotland, explica que "los límites establecidos por el BPC para que las empresas conviertan yuanes en dólares están llevando a las firmas chinas a llevarse los yuanes al extranjero. Aunque estas empresas no tienen demasiadas ganas de conservar esos yuanes por las crecientes expectativas de una depreciación, por lo que los venden fuera de China. Esto está presionando el tipo de cambio del yuan".
Deuda en dólares
Las empresas del gigante asiático necesitan convertir grandes cantidades de yuanes en dólares para cumplir con los vencimientos de deuda. Como señalan los expertos de CaixaBank Research en su informe mensual "las empresas chinas tienen que devolver o renovar durante la segunda mitad de 2016 la friolera de 341.000 millones de dólares de deuda, lo que sugiere que algunas empresas podrían verse en apuros en un futuro próximo".
Los economistas de la entidad catalana sostienen que "la deuda corporativa en China es elevada y ha crecido muy rápidamente en los últimos años, por lo que puede ser una fuente de problemas. Se trata de un tema que habrá que seguir muy de cerca", gran parte de esa deuda fue emitida en dólares para conseguir unos costes (intereses) de financiación menores a los de las emisiones en yuanes.
Ahora que la Reserva Federal de EEUU ha comenzado a endurecer su política monetaria, sería lógico ver como la fortaleza del dólar sigue creciendo, mientras que el yuan intentará perseguir al billete verde pero con cierto riesgo de sufrir una pájara. Si el yuan se deprecia con fuerza frente al dólar (este año ya lo ha hecho en más de un 3%), el valor real de la deuda de las empresas chinas será mucho más grande.
Las reservas de divisas en China siguen disminuyendo poco a poco. Los últimos datos publicados por el BPC muestran una caída de 21.000 millones de dólares en septiembre, hasta los 3,166 billones de dólares. Es decir, China todavía atesora la mayor cantidad de divisas del mundo, pero hay que recordar que en octubre de 2015 las reservas eran de casi 3,6 billones de dólares.
Raymond Yeung, economista jefe de Australia & New Zeland Banking Group en Hong Kong, señala que "se está produciendo un cambio estructural en las salidas de capital de China, ahora lo que salen son yuanes predominantemente. Esto alivia la presión sobre el yuan en el mercado chino. La conversión de yuanes no está teniendo lugar en China, por eso no nos sorprende que las reservas de divisas estén aguantando este año".