Economía

Las empresas temen que haya un alza definitiva en Sociedades

  • Subir los anticipos afecta a su solvencia, capacidad crediticia e inversión
Joan Rosell, presidente de la CEOE.

La subida al 23% del tipo de los anticipos en el Impuesto de Sociedades para captar 8.000 millones ha desatado las alarmas en las empresas, preocupadas por que la medida se consolide y acabe derivando en un aumento de la tasa. "Nos tememos que el pago a cuenta mínimo -vigente con un tipo inferior, el 12%, desde 2012- se convierta en una medida definitiva", asegura la CEOE. Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, va más allá y cree que "la reforma representa un cambio de política económica que resta competitividad al conjunto de la economía, en contra de un sistema fiscal equitativo y eficiente".

En la misma línea se pronuncian, además, todos los expertos consultados . "Destacamos la alta probabilidad de que, una vez implantada, la medida se mantenga al menos en el medio plazo y hasta la recuperación de un mayor equilibrio presupuestario", asegura un informe de Equipo Económico.

El problema, según advierte Luis del Amo, secretario técnico del Reaf, el Registro de Asesores Fiscales, es que "su supresión el año que viene provocaría una fuerte caída de la recaudación tributaria", por lo que parece imposible su posterior retirada. La única salida para expertos y empresarios parecería así subir el tipo, situado en el 25%. En este sentido, el profesor de Finanzas Juan Fernando Robles apunta que la medida parece el preludio de una futura subida del tributo, necesaria para consolidar las alzas de recaudación en ejercicios futuros, o del tipo de empresa objeto de la actuación.

En los últimos días, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha enviado sendas cartas a los ministros de Economía y Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro -con éste último se reunió, además, el pasado martes día 20- para mostrarles su preocupación al respecto. En una de estas cartas, a las que ha tenido acceso elEconomista, Rosell explica que "este anticipo del Impuesto no estaba previsto en las estimaciones de tesorería de las empresas afectadas por lo que incrementará sus necesidades de financiación, pudiendo comprometer su solvencia en algunos casos".

Según los cálculos de la patronal, el impacto para cada uno de los grandes grupos multinacionales de matriz española puede ser superior a 500 millones de euros, llegando en casos concretos hasta los 1.000 millones. En este mismo sentido, el presidente de la CEOE, advierte que la medida ha llamado ya la atención de las agencias de rating, "que están solicitando información a las empresas sobre el impacto en su solvencia a corto plazo, lo que podría suponer en algún caso una revisión de la calificación creditica concedida".

Todos los expertos consultados coinciden en que el problema de fondo es que los responsables financieros de las grandes empresas tendrían que planificar disponibilidades de caja suficientes para atender los nuevos importes potencialmente sobrevevenidos en octubre y diciembre. "Desde luego, la forma apresurada en que parece se introduciría el cambio haría aconsejable una gradualidad en su implantación para reducir las distorsiones en las decisiones económicas", asevera el informe de Equipo Económico.

Desde Aecoc, la asociación que agrupa a todo el sector del gran consumo, con más de 25.000 empresas que representan el 20 por ciento del PIB, se insiste, además, en el peligro que la medida puede suponer para la inversión. "Si bien somos conscientes de que es imprescindible reducir el déficit público, consideramos que en la actual coyuntura el incremento de los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades puede acabar restando capacidad de inversión a las compañías españolas en un momento en el que es imprescindible afianzar el proceso de recuperación", señala el director general de la organización, José María Bonmatí.

En su opinión, "no hay que olvidar que en el escenario actual crece el consumo pero no las inversiones y que, por tanto, lo verdaderamente importante es impulsar medidas que contribuyan a favorecer estas últimas, que son las que garantizan la creación de empleo, que es el principal objetivo".

El hecho de adelantar el Impuesto de Sociedades de un año respecto al siguiente, causa además un mayor impacto en algunos sectores, como el turístico. Ramón Estalella, secretario general de la Cehat (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos) explica que "dado que las temporadas hoteleras tienen oscilaciones, nos incide negativamente puesto que habrá años en los que adelantemos dinero con la posibilidad de que la siguiente temporada no vaya tan bien, por lo que va a estar en contra de la recaudación y la liquidez".

Emilio Gallego, secretario de la Federación de Hostelería (Fehr), alerta del riesgo de que la subida se consolide y frene la reactivación económica y critica que "los empresarios somos siempre la víctima propiciatoria; lo que hace falta no son más subidas, sino una mayor eficiencia en el gasto".

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