
La incertidumbre en torno a la política económica que podría aplicar el próximo Gobierno, tras casi once meses de vacío legislativo, podría pasar una factura al Producto Interior Bruto (PIB) de siete décimas en el bienio 2016-2017.
Aunque BBVA Research mantiene sus perspectivas de crecimiento en el 3,1% para 2016 y ratifica la revisión a la baja que ya anticipó en agosto del 2,3% el año que viene, el último Observatorio Económico del banco azul advierte de que la economía española difícilmente permanecerá inmune a los riesgos a la baja que encara en 2017.
Entre ellos, el economista jefe de BBVA, Jorge Sicilia, señaló ayer durante la presentación del informe en Madrid el impacto del Brexit, la desaceleración de Estados Unidos y de la eurozona, las dudas sobre China, así como el impacto decreciente de la política monetaria y unos precios del petróleo revisados al alza, en el contexto internacional. En casa, el también director de BBVA Research apuntó a la pérdida de impulso de la política fiscal expansiva y a la incertidumbre sobre la política económica que se desarrollará en los próximos años, a la espera de que se forme Gobierno.
Aunque los vientos de cola se agotan y el escenario fuera y dentro de nuestro país frenará la inercia que nos ha permitido mantener este ritmo de avance, BBVA estima que todavía el tercer trimestre será el quinto consecutivo que registre un crecimiento en el entorno del 0,8%.
Con todo, en relación con el bienio, la mejora de la actividad será "suficiente", dicen, para acumular una creación de empleo neta en torno a los 800.000 puestos de trabajo y reducir la tasa de paro hasta el 18,2% al final del periodo.
El consumo interno, clave
A ojos de la entidad, la demanda doméstica privada y, en particular, el consumo de los hogares, seguirá siendo el motor del crecimiento económico y se presenta como un factor "decisivo" para el avance en los próximos trimestres. En lo que se refiere a este año, BBVA Research prevé un crecimiento del consumo de las familias del 3,3%, que rebaja al 1,9% en 2017 por el "agotamiento de factores transitorios como la rebaja fiscal".
Precisamente, el banco considera que las políticas adoptadas compensan parte de la mejora cíclica de las finanzas públicas, por lo que sugura que el déficit de 2016 se reducirá hasta el 4,4% del PIB, ligeramente por debajo del nuevo objetivo del 4,6%. Mientras, en un escenario "sin cambios en la política fiscal", el saldo negativo se reducirá "tan sólo" hasta el 3,6%, superando el objetivo del 3,1%. Según explicó Rafael Doménech, responsable de análisis macroeconómico de BBVA Research, la composición del ajuste necesario para lograr los objetivos será "crucial" para determinar el impacto sobre el crecimiento.