Economía

España pagará 2.000 millones menos de lo previsto este año por la deuda

  • El interés del pasivo baja del 3% frente al 4,07% de hace solo cuatro años
  • El Tesoro salda subastas en negativo incluso en plazos a cinco años
  • El escudo protector de Draghi también ha repercutido en los intereses

La caída de los tipos que exigen los inversores por prestar dinero a España va a proporcionar una pequeña alegría a las cuentas públicas. El ahorro estimado en el abono de intereses de la deuda superará, casi con toda probabilidad, los 2.000 millones de euros, pese a que hace solo tres semanas el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, pronosticó que serían 1.500 millones.

Es lo que se deduce del Boletín del Tesoro relativo al mes de julio, que pone de relieve cómo el país se está financiando a tipos negativos incluso en plazos de hasta tres años y cómo siguen abaratándose los costes hasta niveles nunca vistos. Hasta 2015 España jamás había cobrado por financiarse en los mercados internacionales.

Ese ahorro propiciará que el Ejecutivo en funciones disponga de algo más de margen para contener el déficit público, en línea con las demandas de Bruselas. La UE pide a nuestro país que termine el año con un desvío del 4,6% frente al 5,1% con el que cerró en 2015, y el Gobierno, para tratar de cumplir, ha anunciado ya el cierre presupuestario del ejercicio, el reestablecimiento de tipos mínimos en los pagos a cuenta de Sociedades para cuadrar la recaudación y los Acuerdos de No Disponibilidad de 2.000 millones para la Administración Central y las comunidades autónomas.

Con los 2.000 millones de euros que previsiblemente se van a ahorrar en la factura de intereses, el Estado desembolsará en torno a 31.500 millones de euros a lo largo de todo el año, la menor cantidad desde 2013. Y ello pese a que el volumen de deuda, de 1,09 billones según el Banco de España, es el más elevado de la historia y equivale en porcentaje al valor de todo el PIB, lo que en principio significaría que la factura podría haber sido más alta que nunca. Sin embargo, la caída de los tipos medios en las subastas está permitiendo que el coste de los intereses sea por ahora sostenible.

Rendimientos nunca vistos

El Boletín del Tesoro muestra con datos como fue en abril del año 2015 cuando se cerró la primera emisión de letras con tipos negativos. Entonces el plazo en el que España lo logró fue en el de tres meses. Un año después los resultados son mucho más meritorios. Todas las subastas de letras a tres, seis, nueve y dieciocho meses se están saldando con el cobro de pequeñas cantidades, algo que sucedía en países como Alemania pero que aquí, hasta hace bien poco, resultaba inimaginable.

Esa tendencia se ha extendido a los bonos: a tres años España se ha empezado a financiar regularmente a tipos negativos el último mes. Y a cinco, el rendimiento que ofrecía el bono español ayer mismo era del 0,05%, por lo que no sería extraño pensar que en alguna de las próximas subastas el Tesoro terminase cobrando a los inversores. Ya lo hizo una vez, en el mes de mayo, al ofertar bonos ligados a la inflación. Entonces se emitieron 885 millones a un tipo del -0,25%.

Por último, el bono a 10 años, que en comparación con el bono alemán al mismo plazo refleja la prima de riesgo, está también perforando mínimos. Al cierre de esta edición se situaba en el 0,92%, un nivel desconocido para España tanto dentro como fuera de la moneda única.

Basta recordar el año 2012, cuando nuestro país fue objeto de rescate financiero: entonces el bono a 10 años superó de largo el 6,7% y la prima de riesgo tocó algunos días los 648 puntos básicos. Hoy se sitúa en torno a los 100.

Más buenas noticias

La caída paulatina de los intereses desde que en verano de 2012 el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi dijera aquello de "haremos todo lo que sea necesario para salvar el euro" está proporcionando más alegrías. Primero: el tipo de interés medio de toda la deuda en circulación de España se está consolidando por debajo del 3%, cuando hace cuatro años y medio superaba el 4%.

Este dato es vital, pues descargará a las arcas públicas en los próximos años cuando haya que hacer frente a la enorme montaña de vencimientos (en 2017, por ejemplo, debemos afrontar unos compromisos que superan los 120.000 millones de euros).

Por otro lado, la vida media de esa deuda sigue alargándose, y según el Boletín del Tesoro se sitúa ya en los 6,89 años. Es una buena prueba de cómo ha mejorado en los últimos tiempos la confianza sobre España.

Cuando la vida media es menor significa que el país se está financiando mucho más a corto plazo para garantizarse el pago de unos intereses razonables (cabe recordar en este punto que los tipos suelen aumentar conforme el plazo es más amplio). Hace tres años, con el país aún en recesión, esa vida media se situaba en los 6,2 años.

BCE y reformas

Pero, ¿por qué España se financia mejor que nunca en los mercados cuando su volumen de deuda está en el nivel histórico más alto? Los expertos creen que hay tres causas fundamentales, relacionadas además entre sí. La primera es la inflación, que en nuestro país terminó en negativo el año pasado y apunta a un -0,4% también en 2016, según las estimaciones de la Comisión Europea.

El bajo crecimiento de los precios, que afecta a toda Europa, ha permitido al BCE desplegar su artillería y situar los tipos en mínimos históricos, en el 0%. El supervisor, además, está comprando deuda pública y corporativa para que fluya el crédito y estimular la demanda.

Así, el doble escudo protector que llega de Fráncfort ha hecho que los intereses exigidos a los países que comparten el euro por captar fondos estén en mínimos históricos en una mayoría de casos.

Pero no solo están el BCE y la inflación. La tercera de la causas se encuentra en las reformas, citadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Bruselas y las agencias como "claves" para que España haya recuperado la confianza en los mercados internacionales.

Por eso ahora, y ante el desgobierno, estos mismos organismos han comenzado a emitir señales preocupantes. Ayer mismo Moody's Analytics mostró su preocupación por la falta de acuerdos para conformar Ejecutivo y "continuar con la senda reformista". Una advertencia que, de nuevo, pone de relieve que la política laxa del BCE no será eterna.

31.500 millones de euros

Es lo que gastará aproximadamente el Gobierno durante todo el año en el pago de los intereses de la deuda. La cantidad presupuestada para todo 2016 era 2.000 millones más elevada.

4,6%

Es el nivel en el que el Gobierno debe dejar el déficit este año para cumplir con las obligaciones de Bruselas. Los 2.000 millones de ahorro por la deuda serán vitales para su consecución.

885 millones de euros

Es la cantidad que España logró captar en los mercados en el mes de mayo en una emisión sindicada a cinco años. El tipo de interés, del -0,25%, fue por primera vez negativo en este plazo.

120.000 millones de euros

Son los vencimientos que afronta el Tesoro el próximo año, según el Boletín que el martes publicó este organismo, dependiente del Ministerio de Economía.

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