El Banco de Inglaterra parece estar listo para recortar los tipos de interés este jueves por primera vez desde 2009, buscando evitar que la decisión de Reino Unido de dejar la Unión Europea empuje al país a una recesión.
Si bien el banco sorprendió a los expertos hace tres semanas cuando dejó sus tipos sin cambio, dijo que la mayoría de sus miembros probablemente apoyarían una medida en agosto porque la incertidumbre tras el referéndum ha afectado a la economía.
Desde entonces, el crecimiento parece haberse desacelerado bruscamente y un sondeo del miércoles, seguido muy de cerca por los inversores, sugirió que la economía británica se estaba contrayendo con más fuerza que la última vez que el Banco de Inglaterra (BoE) bajó su tipo.
Casi todos los economistas esperan que el BoE recorte los tipos de interés un cuarto de punto porcentual a un récord mínimo de un 0,25%, y muchos creen que retomará un multimillonario programa de compras de bonos.
"Hay evidencia suficiente del impacto negativo para la economía que justifica alguna relajación", dijo Philip Shaw, pese a que considera que la magnitud de la desaceleración no está clara por lo que duda que el banco compre bonos además de recortar los tipos.
El economista jefe del BoE Andy Haldane dijo que quería usar "un mazo para romper una nuez", pero otra funcionaria, Kristin Forbes, dijo que el banco central debería mantenerse tranquilo y no apurarse a tomar una decisión hasta que haya más datos disponibles.
Si bien la mayoría de los sondeos a consumidores y empresas apuntan a una clara desaceleración, es muy pronto para tener alguna cifra concreta oficial de cómo la producción ha sido afectada por el referéndum del 23 de junio.
Si el Banco de Inglaterra baja su tipo de interés al menor nivel de sus 322 años de historia, se sumará a los reguladores monetarios de Japón y Australia que en la última semana han tomado medidas de estímulos sin precedentes.
