
El tipo de interés medio de la deuda en circulación emitida por el Tesoro bajó por primera vez de la barrera del 3% el pasado mes de abril. Mientras, las nuevas colocaciones de letras ofrecen en todos los plazos tipos de interés negativo y el rendimiento de los nuevos bonos y obligaciones fluctúan en mayo entre el 0,014% de los bonos a tres años y el 3,319% de las obligaciones.
Tipos muy bajos que ofrecen al Tesoro la posibilidad de captar recursos con un considerable ahorro en la carga de intereses, pero que resta atractivo a los inversores.
Según los últimos datos disponibles, la inversión de los fondos de inversión y particulares en deuda del Tesoro nunca ha estado tan baja, ni en porcentaje sobre la deuda total en circulación, ni en importe. La cartera de los fondos de pensiones tampoco ha tenido nunca un porcentaje tan pequeño respecto al total de deuda del Estado en circulación, mientras su importe retrocede a los niveles de 2009.
Así, los fondos de inversión tienen en cartera deuda del Estado por valor nominal de 18.323 millones de euros, lo que supone el 2,26% del total en circulación. En 2001, sus algo más de 50.000 millones suponían el 19,29%.
Respecto al mes anterior, el volumen de deuda ha disminuido en 812 millones de euros, un 4,2%, y un 11,4% respecto a diciembre de 2015, o lo que es lo mismo: ha bajado en 2.363 millones en cuatro meses.
Reducción a la mitad
A cierre de 2014, el volumen de los fondos de inversión alcanzaba los 33.195 millones, el 4,54% del total de la deuda en circulación en ese momento. Esto supone que en menos de año y medio, la inversión de los fondos ha menguado en un 44,8%.
El desplome de los tipos no sólo ha disminuido el interés en la deuda, sino que ha provocado un éxodo desde la de menor plazo, las Letras, hacia bonos y obligaciones. En 2012, las letras suponían un tercio del total de la cartera de los fondos de inversión. Dos años después, este porcentaje bajó hasta el 11% y actualmente ronda el 15%, pero no por un aumento de la inversión en Letras, sino por el recorte de la inversión en bonos.
La cartera de los fondos de pensiones ha tenido una evolución descendente similar, si bien el peso de sus inversiones de deuda del Tesoro siempre ha sido más baja. En los últimos años, su máximo se alcanzó en 2006, cuando poseían el 4,26% de las emisiones, con un nominal por valor de 12.054 millones de euros.
A final de abril, los últimos datos disponibles, la cartera de los fondos de pensiones en deuda del Estado tiene un peso del 1,73% del total y el valor nominal asciende a 14.048 millones.
Respecto al mes anterior, se ha recortado en un 3,7% y un 7,47% menos respecto a diciembre, el último mes en que la inversión de los fondos de pensiones superaba los 15.000 millones.
Si se retrocede a diciembre de 2015, la bajada es de 2.111 millones, lo que equivale a una disminución del 13,06%.
Respecto a los particulares, estos sólo conservan 3.679 millones de euros en deuda del Estado, lo que representa el 0,45% del total. De esta cifra, en Letras del Tesoro la cartera apenas alcanza un volumen de 529 millones de euros, cuyo peso representa el 0,04% del total de las emisiones en circulación.
En 2008, al inicio de la crisis, el volumen de los particulares alcanzó a final de año 10.205 millones de euros, el 3,07% del total, para descender casi a la mitad al año siguiente y mostrar, con alguna excepción en 2011, un camino descendente.
Esta disminución de la inversión de fondos de inversión, de pensiones y personas físicas residentes se produce a la vez que la deuda total no para de crecer, hasta cuadruplicarse durante los últimos quince años. Sólo en los cuatro primeros meses de 2016, el volumen de Letras, bonos y obligaciones del Estado en circulación ha crecido un 3,1%, hasta alcanzar la deuda del Estado anotada los 812.146 millones de euros.
De este volumen, 729.525 millones de euros, el 89,82%, corresponde a bonos y obligaciones. Uno de los objetivos del Tesoro Público es alargar la vida media de la deuda del Estado en un entorno de bajos tipos de interés. Al hacer esto, no sólo procura un volumen más reducido de intereses si el entorno de tipos cambia, sino que también dota de más estabilidad a los pagos.
Por ello, el aumento del nominal de la deuda de Estado en circulación ha venido de los productos de más largo plazo, mientras el volumen de Letras apenas ha registrado variaciones.
Desde finales de 2014 al mes de abril de 2016, el volumen de bonos y obligaciones en circulación ha pasado de 653.207 millones a 729.525 millones de euros, lo que supone un aumento del 11,6%. Mientras, en el mismo periodo, las Letras del Tesoro han pasado de 77.926 millones a 82.621 millones de euros, un 6% más.
Esto ha provocado que el Tesoro avance en su objetivo y si en diciembre de 2014 la vida media de la deuda se situaba en 6,28 años, al cierre de a abril el periodo es de 6,84%, prácticamente en el mismo nivel que en 2007.
La previsión para este año es que el Tesoro emita otros 4.000 millones en Letras, mientras el volumen de bonos y obligaciones alcanzará los 40.000 millones.