
La desigualdad en la distribución de la riqueza dentro de la zona euro es cada vez mayor, gracias al aumento del precio de la vivienda en los países del norte, lo que está provocando que los alemanes sean más ricos mientras que los habitantes de los países del sur se van quedando atrás, según un estudio reciente del gestor alemán de fondos Flossbach von Storch.
Aunque la brecha entre los países del norte ha sido una característica habitual dentro de la Eurozona, el estudio realizado por este gestor alemán de fondos muestra que ahora se está ampliando cada vez más.
Tomando como muestra una cesta de artículos entre los que se incluyen propiedades, acciones, arte y vino, la investigación concluyó que la riqueza en Alemania y Austria aumentó más de un 7% a finales de 2015, en comparación con el año anterior.
Este dato supone aproximadamente el doble de la tasa de crecimiento de Italia y España, mientras que los griegos vieron caer su riqueza un 4%. El precio de las propiedades que, por ejemplo, subieron más de un 6% en Alemania, fue el mayor impulsor de su riqueza.
Estas diferencias han creado tensión política entre los 19 miembros de la zona euro, al tiempo que la debilidad de los precios de las propiedades en los países del sur ha golpeado a sus bancos, que poseen viviendas y locales comerciales como garantía de miles de préstamos.
Los países del sur son como Japón
"Hasta 2006, cuando explotó la burbuja, los países habían logrado despegar con creces. Ahora se encuentran en una situación similar a la de Japón", asegura Thomas Mayer, fundador del instituto de investigación que llevó a cabo el estudio.
Japón lleva mucho tiempo luchando contra una economía estancada y una deuda pública cada vez mayor. Algunos economistas temen un destino similar para los países de Europa. "Los países del norte no habían tenido nunca una inflación tan fuerte y han salido mejor", dijo Mayer.
El Banco Central Europeo ha reconocido esta tendencia general, mostrando que la brecha entre los países más débiles y más fuertes de la zona euro se amplía en lugar de reducirse, justo la situación contraria a la que se perseguía en el momento en que se creó la moneda única.