Podemos quiere explorar maneras de aligerar la carga de la deuda pública española, que asciende a un total de 1,2 billones de euros, y para ello pretende, si llega a entrar en el Gobierno entablar una negociación con los acreedores y buscar algún tipo de acuerdo que permita quizá aplazar algunos vencimientos o reducir el pago corriente de intereses.
Según una información que publica la agencia Bloomberg, en la que se califica al partido que lidera Pablo Iglesias como "insurgente" y "anti-establishment", el plan de la formación es intentar ganar algo de margen para políticas sociales sin incumplir los objetivos de déficit fijados por Bruselas, como sin embargo sí ha venido haciendo reiteradamente el gobierno de Mariano Rajoy en los últimos años y a cuya consecuencia España podría ser previsiblemente multada.
"Somos humildes respecto a esto. Es una negociación y en todas las negociaciones siempre consigues menos de lo que pides", explica Íñigo Errejón en una entrevista concedida a Bloomberg.
Después de ocho años gastando más de lo que ingresa, la deuda española se ha disparado al mayor nivel que el país ha conocido en más de un siglo, y para colmo una de cada cinco personas están desempleadas.
El Gobierno de Mariano Rajoy ha presupuestado por eso para este año 33.500 millones de euros para pagar interses a los tenedores de la deuda español casi el doble que en prestaciones y subsidios a desempleados, una partida que se lleva "sólo" 19.000 millones.
Si se tiene en cuenta que cerca del 53% de la deuda pública del país está en manos de inversores extranjeros, eso significa que los acreedores foráneos cobran cada año lo mismo que los parados nacionales.
Errejón cree que, pese al bajo coste relativo del endeudamiento por los bajísimos tipos de interés, una de las prioridades del nuevo Gobierno debe ser reactivar la economía. Para ello no quiere, explica, ni discutir las órdenes de Bruselas, ni endeudarse aún más.
"Hemos modificado algunos de los elementos de nuestro programa, no tanto por motivos electorales como porque hemos visto que tenemos oportunidades reales de llegar al poder. Somos extraordinariamente honestos sobre los límites de las transformaciones (que son posibles) en el marco de la Unión Europea", concluye.
