Las oficinas públicas de empleo no solo se dedican a colocar parados. También gestionan las ayudas y subsidios al desempleo en el caso del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), ordenan y reparten la tramitación de expedientes de distinta naturaleza... Sin embargo, su escaso resultado en cuanto a la colocación ha llevado a la queja constante de las empresas de trabajo temporal y al intento de distintos gobiernos para tratar de buscar una solución a este problema.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha puesto hace poco cara al escaso papel que juegan las oficinas de empleo públicas en lo que a colocación de parados se refiere. En el año 2015, tan sólo 249.900 personas de los 15 millones de asalariados que tiene el país, el 1,7% del total, habían sido contratados gracias a su intermediación. Prácticamente se repitió (2%) el mismo escaso resultado que el año anterior.
Por su parte, las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) intermediaron en la colocación de un total de 430.200 personas, lo que supuso el 2,9% del total de asalariados. Dicho porcentaje fue del 2,8% en 2014.
El SEPE está más centrado en prestaciones y en cuestiones administrativas que en buscar empleo. El propio organismo y toda la infraestructura autonómica está pensada para trabajar con personas de muy baja empleabilidad y paro de larga duración, pero cada vez da menos este servicio.
Son muchas las propuestas que se han hecho para dar una solución a este problema. El PSOE propuso el año pasado trasladar la gestión del empleo a las comunidades autónomas, que hoy tienen transferidas las políticas activas de empleo.
Por otro lado, en agosto de 2013, en un intento por dar un impulso a la intermediación laboral, y con el fin de mejorar el mercado de trabajo, se firmó el acuerdo Marco de Intermediación Laboral, que supuso la selección de 80 agencias con las que a partir de entonces podían formular contratos y trabajar conjuntamente los servicios públicos de empleo.
En este contexto, por ejemplo, el Consejo de Ministros autorizó a mediados del año pasado un contrato de 41,7 millones de euros entre el Servicio Público de Empleo Estatal y las agencias de colocación para que colaborasen en la inserción de personas desempleadas.
La petición de Bruselas
El refuerzo de las políticas activas de empleo es una de las tradicionales reclamaciones de la Comisión Europea a España.
En sus recomendaciones hechas públicas la semana pasada, Bruselas dijo que la aplicación de las recientes reformas en este campo estaban avanzando lentamente y califica de limitada la capacidad de los servicios públicos de empleo para ofrecer ayuda y una orientación individualizada efectiva en la búsqueda de empleo.
¿Se dejará de usar?
En los últimos años el mercado laboral se encuentra en constante cambio, por este motivo hay empresas que consideran que algunas vías de reclutamiento de candidatos serán menos utilizadas, como es el caso del Servicio Público de Empleo, del que 7 de cada 10 empresas consideran que en dos años dejarán de utilizarlo, según un informe de hace unos meses de Infoempleo Adecco sobre la oferta y la demanda de empleo en España.
Sin duda, el empleo temporal se ha convertido en el principal canal para acceder al mercado laboral, según la patronal de agencias privadas de colocación, Asempleo. Pero además considera que "la temporalidad ordenada" está sirviendo de "trampolín" para la entrada de los trabajadores en estadios más permanentes de empleo.
Según Asempleo y con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la probabilidad de que un parado encuentre empleo ha pasado del 9,9% entre enero y marzo de 2013 al 14,5% en el mismo trimestre de este año, lo que supone un aumento de 4,6 puntos porcentuales.
El perfil con más posibilidades de encontrar trabajo es el de un hombre, entre 25 y 34 años, con estudios superiores y que lleva menos de un año en paro.
La recuperación de empleo se ha hecho notar más entre los hombres que entre las mujeres. Según estos datos, la probabilidad de que un varón parado encuentre empleo es del 16,5% frente al 12,6% de la mujer desempleada.