
Incluso cuando las economías más fuertes del mundo están pasando por un momento aciago, el motor alemán avanza implacable. Así lo dejó claro el vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, actual ministro de Economía y Energía.
Al señalar las dificultades del contexto económico global debido al estancamiento de grandes economías mundiales como la china y la latinoamericana, Gabriel desmarcó a Alemania de esta senda y auguró un crecimiento económico del 1,7% para este año y 1,5% para 2017. El secreto de este ritmo en el contexto actual son "los impulsos internos que Alemania ha hecho, que nos han permitido que nuestra economía se consolide este año y el que viene", manifestó.
El impulso viene de la creación continuada de puestos de trabajo en un mercado ya algo flexibilizado tras la implantación de la Agenda 2010 del excanciller socialdemócrata Gerard Schröder, un plan de ocupación laboral que instauró los famosos minijobs, pequeñas ocupaciones de no más de 20 horas a la semana en las que sólo se puede ganar hasta 450 euros, pero que son susceptibles de recibir un complemento estatal en forma de ayuda social que permita llegar a los 900 euros netos.
Creación de empleo
La creación de empleo se estima este año en 480.000 nuevos puestos de trabajo con el objetivo de llegar a 43,5 millones de personas ocupadas, más otras 350.000 el año que viene, que dejarían la ocupación en una cifra histórica de 43,9 millones. Aunque el ministro reconoció que aún persiste la precariedad, la subida salarial también está en la agenda alemana y se cifra entre un 2,6% en 2016 y un 2,2% el año siguiente. El desempleo bajará también en este ejercicio (con estimaciones ya de aumento de la población activa) en 40.000 personas, aunque previsiblemente se incrementará en 110.000 el año que viene, debido, según Gabriel, a la llegada de refugiados a Alemania, que no pueden trabajar hasta que no consigan su estatus de asilados.
El socialdemócrata quiso remarcar la importancia de la cualificación de los trabajadores, estimando así que los menos afortunados a la hora de encontrar un empleo de calidad son aquellos que aún no han entrado en el mercado o que poseen una baja formación. Para solucionar esto afirmó que "no sólo hay que trabajar en la cualificación de los refugiados, sino también de todos aquellos que quieran encontrar un puesto de trabajo en Alemania. Es por ello que, en mi opinión, una de las mayores inversiones tiene que ser la educativa", señaló.
Sigmar Gabriel se mostraba sorprendido de que en 2017 los pronósticos de crecimiento bajasen 0,2% respecto a este año, cosa que su equipo de economistas achacó a la bajada de las exportaciones, pero también a que el calendario festivo arroja dos días más no laborables. Según el vicecanciller, Alemania está haciendo sus deberes y también mejora las condiciones de los puestos de trabajo, con medidas como la implantación del salario mínimo interprofesional a principios de 2015, lo que ha supuesto que cuatro millones de empleos aumenten su remuneración y que fue la base de su acuerdo con el partido democristiano de Angela Merkel para formar la Gran Coalición que actualmente gobierna.
Pensiones
Las pensiones se revalorizan en niveles de entre un 4 y un 6% este año, e intentan compensar las diferencias aún existentes entre las regiones del este y del oeste. Aunque la reforma de las pensiones puede hacerse este año, debido a que las elecciones a la cancillería son el año que viene, el modelo aplicado hasta ahora está dando buenos resultados. Alemania sigue necesitando mano de obra, como ha repetido en múltiples ocasiones la canciller Angela Merkel.
El único desfase aparente se producirá, según Gabriel, entre las importaciones y las exportaciones, dado que la excelente situación interna hará que fructifiquen las importaciones. No será éste el caso de las exportaciones debido a que el resto de la economía mundial no goza de tan buena salud. Se importará a un ritmo de un 5,2 y un 5% respectivamente. Las transacciones, sin embargo, crecerán más lentamente, un 2,9% en 2016 y un 3,7 en 2017. Esta previsión no parece preocupar excesivamente al Ejecutivo, quien estima que el auge importador contribuirá a la recuperación europea esperada, "ya que adquirimos buena parte de nuestros bienes en la UE".
Respecto al PIB, el instituto alemán de economía redujo en una décima su previsión, hasta el 1,6%. Aconseja al Gobierno reducir las trabas burocráticas, simplificar el sistema fiscal y aumentar las inversiones en educación.
Gabriel también dejó lugar para criticar al Banco Central Europeo, de quien dijo que "no puede evitar la recesión únicamente imprimiendo más dinero". Esta medida ya fue criticada anteriormente por el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble en su viaje a Washington, ante la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.