
La candidata demócrata, Hillary Clinton, consiguió el martes dejar atrás su racha de derrotas electorales, siete frente a su principal contrincante, el senador de Vermont, Bernie Sanders, con una triunfal victoria en Nueva York, estado del que fue senadora. La que fuera primera dama de EEUU se hizo con el 57,6% de los votos frente a los 42,4% de Sanders, ganando con un amplio margen esta importante batalla.
La melodía de Alicia Keys retumbando en los altalvoces aquello del New York en su canción Empire State of Mind junto a Jay-Z sirvió de precedente para que Clinton diera las gracias a la ciudad "que siempre me ha respaldado". "Es tan bueno estar en casa", dijo entro los gritos de "Hillary, Hillary" de sus seguidores. La candidata reconoció que el pulso neoyorquino "ha sido personal" pero agradeció a todos aquellos que confían en el gran reto de dejar la presidencia del país en sus manos. "Haremos más para unirnos en lugar de separarnos", sentenció.
Durante su aparición Clinton hizo referencia a la economía al reconocer que "la Gran Recesión eliminó empleos y ahorros y muchas familias todavía no se han recuperado", reconoció mientras aseguró que "no hay nada de lo que América no pueda recuperarse". La ex senadora de Nueva York abogó por la reforma migratoria y "por los valores neoyorquinos", que abogan por la igualdad para todos.
La que fuera secretaria de Estado puso de manifiesto que las próximas elecciones presidenciales serán "las más decisivas" en mucho tiempo. En este sentido atacó a contrincantes republicanos como Donald Trump o Ted Cruz, a los que acusó de ser "divisivos y peligrosos". Clinton criticó las propuestas económicas y sociales de ambos candidatos, haciendo alusión al proteccionismo económico y las posibles deportaciones de inmigrantes ilegales que respalda Trump.
En el hotel Sheraton de la calle 53, los seguidores de la candidata demócrata celebraron su victoria a golpe de Whitney Houston, Madonna y otros iconos musicales estadounidenses de la mano de una banda en directo. "Será la mejor presidenta que jamás hemos tenido", asegura Susan, una productora cinematográfica de 27 años que exalta la capacidad de la ex secretaria de Estado para tomar las riendas de la primera economía del mundo. Al grito de "fighting for us", es decir, luchando por nosotros, los incondicionales de Clinton animaron la velada entre canción y canción.
Antes de las palabras de la candidata, el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo, animaron a los seguidores al grito de "señora presidenta". "Nueva York da la bienvenida a todos, porque todos somos inmigrantes", aclaró Cuomo ante la euforia de todos los presentes. "A por ellos, Hillary", dijo el gobernador demócrata, fiel seguidor de la candidata.
Sin embargo, su principal contrincante, el senador por Vermont, Bernie Sanders, ha demostrado ser un adversario difícil de derrotar. El senador criticó el martes en su corto periplo por la Gran Manzana que el estado celebrase primarias cerradas, donde el voto independiente no puede elegir candidato. "Hoy 3 millones de personas en el estado de Nueva York, que son independientes, han perdido su derecho a votar en las primarias republicanas y demócratas, y eso no es justo", dijo Sanders.
Hasta la victoria del martes por la noche, Clinton contaba un total de 1.289 delegados frente a los 1.045 de Sanders pero cuando se contabilizan los conocidos como superdelegados, los líderes del partido y otros miembros electos que pueden elegir su apoyo directo a cualquiera de los aspirantes, la ex senadora de Nueva York suma un total de 1.758 delegados. El senador de Vermont sumaría un total de 1.076. Todas las miras están puestas ya al próximo martes, cuando Connecticut, Delaware, Maryland, Pensilvania y Rhode Island celebrarán sus respectivas primarias.