Economía

Recortes en Levante: Estado Islámico reduce un 30% su presupuesto por la crisis de ingresos

  • Tendrá que eliminar algunos servicios básicos en las ciudades que controla
Un combatiente de Estado Islámico sonríe después de ser apresado con vida por rebeldes sirios. REUTERS

Las finanzas del grupo terrorista más pujante de todo el planeta pasan por algunos apuros por culpa de la presión creciente -pero no conjunta- de los aparatos militares de Estados Unidos y Rusia. Estado Islámico se ha visto a recortar un 30% su presupuesto como consecuencia de la caída de los ingresos que percibe.

Esa es la conclusión de IHS, que repasa de forma indirecta las finanzas del grupo -como es obvio sus registros no se sujetan a las normas internacionales de contabilidad ni son precisamente públicos- y que concluye que, si fuese una empresa, los resultados en 2015 de ISIS (Estado Islámico de Irak y Levante) serían mucho peores que los de 2014.

El grupo terrorista, que obtiene en torno a la mitad de sus ingresos de una política tributaria muy intensiva y basada en numerosas instituciones jurídicas religiosas (y algunas de ellas de carácter medieval), así como de confiscaciones a todos aquellos que se oponen a su reinado (desde musulmanes chiíes a cristianos), ha perdido buena parte del territorio.

En los últimos 15 meses se ha quedado sin un 22% de la superficie que controlaba, todo un mazazo para su cuenta de ingresos, puesto que eso equivale a renunciar a las personas y los bienes radicados en cada una de las localidades de las que sus soldados han tenido que salir huyendo.

Por culpa de los ataques

De acuerdo con IHS, empresa con sede en Colorado (EEUU), este recorte lastrará la capacidad del grupo para reclutar nuevos fanáticos, pagar los sueldos de los combatientes que tiene en nómina y, lo que es más problemático, mantener en funcionamiento los servicios públicos. Puesto que toda la actividad militar tendrá carácter prioritario, Estado Islámico tendrá que hacer frente a posibles recortes de esos servicios, lo que podría traducirse en un menor apoyo de los iraquíes y sirios suníes que ven con buenos ojos la ocupación.

"Estado Islámico sigue siendo una potencia en la región, pero la caída de los ingresos es significativa y hará más complicado que el grupo mantenga el control sobre su territorio. Hay menos súbditos y menos negocios, con lo que la base impositiva se reduce, y eso mismo es aplicable a las tierras que se pueden confiscar", explica Ludovico Carlino, analista de IHS.

En cuanto al crudo, aunque sigue siendo la fuente de 4 de cada 10 dólares que ingresa Estado Islámico, la producción ha caído de 33.000 barriles diarios en verano de 2015 a poco más de 21.000 en la actualidad, como consecuencia de los reiterados ataques de la coalición occidental liderada por Estados Unidos.

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