Economía

Montoro 'peina' las cuentas de 2015 para dejar el déficit por debajo del 5%

  • Confía en que el superávit de corporaciones locales recorte otra décima
  • Reduce 1,6 décimas el desequilibrio apoyado en un cambio de criterio
  • Plantea renegociar con CE la senda del déficit para mantener el crecimiento
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer en la Comisión de Economía del Congreso. efe

"Quiero hacerles partícipes a todos los componentes de la Comisión, pero también a a toda la sociedad española, de que la Intervención General del Estado va a cambiar el cierre del déficit que remitió el pasado 31 de marzo". Así comenzaba ayer el ministro Cristóbal Montoro, su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Congreso, para anunciar que el desequilibrio de las cuentas públicas en 2015, será de sólo el 5%, sin ayuda financiera, casi dos décimas menos que el 5,16% anunciado hace sólo una semana.

Si contamos la ayuda financiera, que no se considera a efectos de la evolución del déficit sujeto al procedimiento de corrección del déficit excesivo, el cierre en el total de las Administraciones Públicas sería del 5,08%.

Para esta corrección a la baja del desvío de nuestras cuentas públicas, Montoro se ha encontrado con un aliado inesperado, la oficina de estadísticas de la Comisión Europea, Eurostat, que ha decidido que la asignación temporal de las tasas por la utilización del espacio radioeléctrico entre 2010 y 2015 se haga cuando se materialicen las operaciones. Una modificación que para España supone aportar 1.600 millones de euros de ingresos adicionales a la cuentas del pasado año.

El ministro precisó que esta operación afecta únicamente a los resultados de la Administración Central que, sin ayuda financiera, habría cerrado su déficit e 2015 en el 2,53 casi cuatro décimas por debajo del objetivo del 2,9% marcado. Mientras que las comunidades autónomas no sufren, obviamente, variación algún y mantienen su déficit en el 1,66% del PIB. Tampoco sufren variación el superávit de las corporaciones locales y el déficit del 1,26% de la Seguridad Social.

Un ligero alivio que todavía puede ser mayor. Porque el Gobierno sigue trabajando para intentar "peinar" las cuentas y dejarlas finalmente en torno al 4,8 ó 4,9% del PIB, lo que da apariencia de una desviación más presentable y más próxima al 4,7% que preveían en Bruselas.

Para ello, Montoro cuenta con el superávit de las corporaciones locales, que está cerrándose provisionalmente en el 0,44%, pero que en palabras del ministro "podría ser mejor" y en septiembre, cuando haya que enviar esos datos más avanzados a Eurostat, "hasta podría mejorar alguna décima, como ha venido ocurriendo".

Con estas cifras el titular de Hacienda siguió responsabilizando del incumplimiento de los compromisos con Bruselas a las comunidades autónomas, aunque de forma más suave y reconociendo el "esfuerzo en esa senda de reducción del déficit público".

La hepatitis C y el terremoto

En este punto destacó otro "efecto contable", en este caso negativo, que concierne a las administraciones territoriales, fundamentalmente a comunidades autónomas, que son las operaciones one-off de inversión a través de concesiones y que ascienden a 1.800 millones de euros. Un "gasto recurrente" sin el cual Montoro afirmó que el déficit en España habría cerrado el año pasado, sin ayudas financieras, en el 4,8% del PIB.

A este gasto, el titular de Hacienda añadió también como causas de la desviación del déficit los gastos extraordinarios derivados del tratamiento de la hepatitis C y del terremoto de Lorca. En el caso de la hepatitis, aunque el gasto es financiado por el Estado se computa a las comunidades autónomas. En 2015 se elevó a 1.090 millones que, Montoro aclaró "no se va a reproducir en esas cuantías en 2016".

Recordó también que la previsión del Gobierno era abrir el Pacto de Toledo para abordar la proyección a largo plazo de las finanzas de la Seguridad Social "aportando algunos instrumentos nuevos de financiación, sobre todo en la parte de las pensiones no contributivas".

El ministro planteó negociar con la Comisión Europea la senda marcada para cumplir con los compromisos de consolidación fiscal, como ya propuso el presidente Mariano Rajoy. "Hay que reducir el déficit pero a un ritmo que permita mantener el crecimiento económico creador de empleo en un país cuyo principal problema y lacra social es el paro", subrayó.

Finalmente, y ante las críticas generalizadas de los grupos de la oposición, defendió los resultados de su rebaja de impuestos, mostrando a los miembros de la Comisión los documentos de la recaudación fiscal, que en el caso del IRPF se elevaba en 2015 a 72.346 millones de euros, frente a 72.614 millones en el año 2007, en el que se alcanzó el máximo de recaudación.

"No está mal. Bajando el IRPF el agujero que hemos hecho ha sido espantoso", ironizó Montoro, tras resaltar que "la reforma tributaria "favorece a las rentas bajas y a las rentas medias en España".

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