
El Gobierno chino se comprometió hoy a ceder parte de su control sobre las empresas estatales este año y a avanzar en la reforma del sector corporativo público para dar paso a formas mixtas de propiedad.
El director de la Comisión para la Administración y la Supervisión de los Activos Estatales (SASAC), Xiao Yaqing, dijo en rueda de prensa que las empresas públicas tienen que ir a la cabeza en el impulso de crecimiento económico del país.
Xiao, en su primera comparecencia pública desde que accedió al cargo a principios de año, anunció que el organismo que dirige se centrará más en la supervisión y menos en la administración de las firmas públicas.
La reforma de las compañías estatales, señaló el director de la SASAC, creará dos tipos de empresas públicas: las comerciales, en las que se permitirá la participación del sector privado, y las de interés público, que seguirán siendo de propiedad exclusiva del Estado chino.
Xiao reconoció que el gobierno corporativo de las firmas estatales es "demasiado complicado", por lo que indicó que se simplificará la burocracia y la gestión en todas estas empresas para tratar de imitar los modelos de las multinacionales y las grandes empresas privadas chinas.
Respecto a la reestructuración industrial que Pekín está empezando a poner en práctica, el responsable de la SASAC consideró necesario canalizar la inversión que actualmente se dirige a sectores "atrasados" hacia otros más innovadores como el ferroviario, la energía nuclear o las telecomunicaciones.
No obstante, Xiao descartó que vaya a producirse un despido masivo de trabajadores del sector público como el que se produjo en el país durante la década de 1990.
Xiao también lamentó que las firmas públicas redujeron sus beneficios en un 6,7 % en 2015, algo que atribuyó a las presiones que sufre la economía china y a la caída de los precios de las materias primas y las instó a mejorar su eficiencia para que vuelvan a la senda positiva en 2016.