
Una vez más, el polémico empresario Donald Trump ha triunfado en otros dos estados que celebraron primarias el martes: Mississippi y Michigan, éste último de vital importancia dado el importante volumen de clase obrera y de votantes independientes de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. "Este resultado demuestra lo brillante que es el público", dijo el propio Trump durante la rueda de prensa mantenida tras conocerse sendas victorias.
El candidato aseguró que también "lo hará muy bien en Ohio", otro estado clave, y Florida, que calificó como "su segunda casa". "Una vez que consigamos estos dos estados plantaremos cara a Hillary Clinton", dijo el multimillonario. Trump aprovechó para agradecer a los votantes por su apoyo tras una semana difícil "llena de mentiras horribles" contra su figura por parte de otros candidatos e "intereses especiales" que intentan bloquear su nominación. De hecho, como adelantó el Huffington Post, los principales ejecutivos del sector tecnológico y miembros clave del partido republicano buscan medidas para frenar la candidatura del empresario inmobiliario. También miembros de la comunidad internacional han comenzado a mostrar su nerviosismo ante la posibilidad de que Trump pueda llegar a la Casa Blanca.
Thank you Michigan! #Trump2016
? Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 9, 2016
El gobernador de Ohio, John Kasich, se postulaba como el segundo candidato mejor posicionado en Michigan mientras que el senador de Texas, Ted Cruz, lo hizo en Mississippi, aunque con una importante diferencia cuando se compara con las cifras obtenidas por Trump. Según los resultados preliminares, Trump consiguió cerca del 50% de los votos en Mississippi y alrededor del 37% en Michigan.
Thank you Mississippi! #Trump2016
? Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 9, 2016
El sendador de Florida, Marco Rubio, fue el gran perderdor de la jornada, quedando en cuarta posición por detrás de Cruz y Kasich. A la espera de conocer los resultados del caucus republicano celebrado en Hawái, toda la atención se centra ya en Florida, que celebrará sus primarias la semana que viene. Rubio cuenta con la presión de tener que ganar este estado, al que representa en el Senado, si quiere seguir postulándose como el candidato favorito del establishment, pese a que hasta la fecha sólo haya ganado en Minnesota y Puerto Rico.