
Pese a que ni el Ministerio de Hacienda ni la Agencia Tributaria han distribuido aún los datos relativos al mes de diciembre, la evolución de la recaudación en los once primeros meses de 2015 sugiere que en el cómputo global del año pasado los ingresos por Sociedades y Cotizaciones sociales se han quedado muy lejos de las estimaciones fijadas por el Gobierno en su momento, cuando elaboró los presupuestos para el año pasado.
En concreto, el Estado habría recaudado en torno a 8.000 millones de euros menos por estos dos tributos, el equivalente al 0,9% del PIB. Una cantidad que, de haberse logrado, compensaría más que de sobra el previsible desvío en el déficit público, que el Ejecutivo debió situar en el 4,2% el pasado año y que, según desgranó la Comisión Europea este pasado jueves, se habría disparado al 4,8%.
El mayor desfase sobre las estimaciones de recaudación se ha producido en el terreno de las cotizaciones. Hasta noviembre, y con la economía creciendo a un ritmo interanual del 3,5%, la recaudación por este impuesto había crecido un 1,6%, menos de la mitad que el PIB. Según cálculos de elEconomista atendiendo a la evolución mensual, esa recaudación se habría situado a final de año en 104.500 millones de euros, 5.333 millones menos que los 109.833 millones fijados en Presupuestos.
Los expertos creen que ese mínimo avance se debe, entre otros factores, al nulo crecimiento de la inflación y a la "precarización" de las condiciones laborales de miles de trabajadores. "Con sueldos mileuristas, en el mejor de los casos, es difícil que la Seguridad Social pueda terminar recaudando más", aduce Rubén Gimeno, director del Servicio de Estudios del Consejo General de Colegios de Economistas de España (REAF).
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) publicó un informe el pasado otoño sobre cómo la recaudación por cotizaciones también está sufriendo por la aplicación de tarifas planas en la contratación y la exención de cotizar por los primeros 500 euros en los nuevos contratos indefinidos. Además, el organismo que preside José Luis Escrivá aludió también a la baja inflación y a los intereses, en su suelo histórico. "Están lastrando el necesario incremento de salarios y perjudicando a las arcas públicas", concluyeron allí.
Menos beneficios
Mientras, en Sociedades el desvío podría situarse entre los 2.000 y los 4.000 millones. Pese a que la recaudación ha crecido respecto a 2014 (el 19,7% hasta noviembre), ese incremento resulta insuficiente. El ministro Cristóbal Montoro previó unos ingresos de más de 23.500 millones y todo apunta a que éstos se moverán entre los 18.390 millones y los 21.500 millones, siempre teniendo en cuenta que "diciembre es un buen mes de recaudación por este impuesto", tal y como afirma Luis del Amo, también experto del Colegio de Economistas.
En 2014, de hecho, este tributo dejó al Estado en el último mes del año más de 4.500 millones por Sociedades, la cantidad mensual más jugosa del año. Si en 2015 ha vuelto a suceder lo mismo, lo ingresado finalmente se quedaría 2.000 millones por debajo de lo que se presupuestó en su día.
"Es posible que las empresas hayan logrado beneficios menores a los que en su día estimó el Ejecutivo", asegura Rubén Gimeno, algo a lo que alude también del Amo. "No se puede olvidar que muchas sí han mejorado resultados, pero fuera de España", asegura, recordando que en ese caso, y por la doble imposición, quedan exentas del pago del tributo en nuestro país.
El problema, en ambos impuestos, es el escaso margen que existe para mejorar la recaudación. En Sociedades se han eliminado ya numerosas exenciones, y pese a que patronales como CEOE reconocen que el tipo que se paga es más bajo que el establecido por ley, también presionan para que se baje, especialmente a las pymes.
"Y no hay que olvidar que además, con la nueva rebaja fiscal, el tipo a pagar va a ser menor desde este enero", advierte Gimeno, quien espera que en 2016 el Estado obtenga aún menos dinero a través de este impuesto.
Aún así, todas las noticias a nivel de ingresos no van a ser negativas.La recaudación por Impuestos Especiales (Hidrocarburos, Tabaco, Cervezas y otros) también se va a quedar por debajo de las estimaciones, pero en este caso la diferencia va a ser sustancialmente inferior, de unos 600 millones. En este sentido, el brusco descenso en el precio del petróleo ha jugado contra las cuentas públicas.
El punto positivo se lo anotan IRPF e IVA. La jugada de rebajar el Impuesto sobre la Renta le ha salido redonda al Ejecutivo, que habría ingresado más de 74.000 millones solo por esta figura cuando había presupuestado menos de 73.500. El IVA, por su parte, propicia la mayor alegría. Con una recuperación económica en la que ha tirado con brío el consumo interno, los ingresos por este impuesto van a bordear los 62.500 millones, 2.200 millones más de lo previsto.