
Nouriel Roubini, profesor de Economía de la Universidad de Nueva York, cree que el mundo ha entrado en una situación que se puede llamar como "la Nueva Anormalidad para el crecimiento, la inflación, las políticas monetarias y los precios de los activos. Y parece que vamos a estar así por un tiempo".
Este economista, famoso por predecir con detalle la ultima gran crisis financiera, explica en Project Syndicate que "las recientes turbulencias en los mercados llegan a medida que se desinflan las burbujas creadas por los quantitative easing, aunque las políticas monetarias no convencionales pueden alimentarlas por un tiempo más prolongado".
Roubini sostiene que "la economía real en la mayoría de los países avanzados y en los mercados emergentes está seriamente enferma, aún así recientemente los mercados financieros han estado alcanzando nuevos máximos, sostenidos por los bancos centrales y los estímulos adicionales. La pregunta es cuánto tiempo pueden divergir Wall Street y la economía real".
Economía real y financiera
"De hecho, esta divergencia es una característica de la anormalidad final. Los mercados financieros no han reaccionado demasiado, al menos por ahora, a los crecientes riesgos geopolíticos, como los riegos en Oriente Medio, la crisis de identidad en Europa, las tensiones crecientes en Asia y los riesgos persistentes de una Rusia cada vez más agresiva. Una vez más, ¿cuánto tiempo más pueden aguantar los mercados ignorando la economía real y los riesgos geopolíticos?", sentencia Noriel Roubini.
En esta nueva anormalidad hay muchos 'reglas' económicas que se están dejando de cumplir: "Ahora, las políticas monetarias no convencionales se han convertido en la norma en las economías avanzadas (incluso en algunas emergentes). Y las recientes acciones y señales del BCE y del Banco de Japón refuerzan la visión de que más políticas no convencionales están por llegar".
Y es que todo ha cambiado. Tiempo atrás, "muchos hubieran asegurado que este tipo de políticas monetarias hubieran desembocado en la degradación de la moneda fiduciaria. El resultado, que ellos argumentaron, es una inflación galopante, un fuerte aumento de los tipos de interés a largo plazo, un dólar muy fuerte y subidas de precios en las materias primas",
Sin embargo está ocurriendo todo lo contrario, "parece que la relación entre oferta monetaria y precios se ha roto. Una razón para explicar esto es que los bancos están acumulando un excesos de reservas en lugar de prestar el dinero, la velocidad del dinero ha colapsado... Bienvenidos a la Nueva Anormalidad", sentencia el célebre economista.