Economía

La capital de Nebraska muestra cómo pueden dispararse los salarios un 10%

  • Para mejorar los sueldos es imprescindible que no haya paro
Foto de Getty

El mercado laboral es un mercado especial porque está compuesto por seres humanos. Sin embargo, su funcionamiento es similar al de otros mercados, cuando la demanda es más fuerte que la oferta, el precio sube. En el mercado laboral la oferta la conforman los trabajadores y la demanda de trabajo pertenece a las empresas (son las que contratan), mientras que el precio viene determinado por el salario.

Como todos los mercados tiende al equilibrio (igualdad de oferta y de demanda de trabajo) en condiciones de competencia perfecta y flexibilidad tanto laboral como salarial. Sin embargo, esto último es algo que nunca sucede en este mercado, no hay libertad ni existe competencia perfecta. Aún así, el comportamiento puede llegar a ser similar al de resto de mercados, y para ver salarios más altos (sin destruir empleo) se necesita que la demanda sea mayor que la oferta.

Un buen ejemplo de que esta situación puede ser la mejor para ver alzas 'naturales' de salarios es la ciudad de Lincoln, capital del Estado de Nebraska (EEUU) y que tiene unos 270.000 habitantes. Tal y como publica The Wall Street Journal, la tasa de paro en esta urbe cayó por debajo del 2,5% en febrero de 2015. Desde entonces, los salarios se han disparado hasta registrar crecimientos interanuales superiores al 10%. Mientras tanto, en el resto de EEUU, con una tasa de paro del 5%, los salarios crecen a un ritmo del 2,5% interanual. 

Parece bastante evidente que en Lincoln hay pleno empleo. La pequeña tasa de paro de esta ciudad corresponde a desempleo friccional, es decir, son parados que están buscando un trabajo que se adapte mejor a sus gustos y cualificaciones. Éste es una especia de desempleo 'voluntario', ya que estas personas podrían estar trabajando pero prefieren encontrar algo mejor. 

Ante esta situación de pleno empleo en la ciudad, las empresas que necesitan contratar se ven obligadas a acudir a otras compañías (no hay parados desesperados por trabajar) para 'robar' trabajadores o a buscar factor trabajo en otras zonas del país. Para que un empleado abandone se puesto de trabajo, el nuevo empleador tiene que ofrecer como mínimo un mejor contrato. Algo similar ocurre cuando el empresario de Lincoln busca mano de obra en otras zonas del país, ya que para convencer al trabajador de que abandone su ciudad tendrá que realizar una oferta convincente. 

El salario medio por hora está creciendo de tal forma en Lincoln que ya ha superado el salario de ciudades que históricamente han mantenido retribuciones superiores a sus empleados, como es el caso de Omaha, la otra gran ciudad del Estado de Nebraska. 

Como señala Jeffrey Sparshott en The Wall Street Journal, esto no quiere decir que EEUU tenga que llegar a una tasa de paro del 2,2% (la tasa de paro histórica de Lincoln es más baja que la de EEUU), pero muestra que cuando se alcanza el pleno empleo las alzas salariales (de precios) llegan solas, por la ley de la oferta y la demanda. 

Por ello, quizá antes de hablar de subidas del salario mínimo o de nuevos convenios colectivos, habría que preguntarse qué se puede hacer para acabar con el paro y qué obstáculos evitan que se alcance el pleno empleo. Y es que una elevada tasa de desempleo no sólo dificulta un incremento medio de los salarios, sino que puede amplificar la desigualdad de ingresos dentro de un país.

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