Economía

El consumidor americano se confía pero las minoristas siguen sin notar el impulso del gasto

A tan sólo unas horas de la jornada de Navidad, los datos recién salidos del horno sobre el consumo a este lado del Atlántico invitaron al optimismo. Tras un tímido arranque en el cuarto trimestre, el pasado noviembre el gasto del consumidor creció un 0,3% tras la lectura plana registrada en octubre, cifra que llegó acompañada de una subida del 0,5% en los salarios que impulsaron los ingresos un 0,3%.

"El gasto parece haberse recuperado hasta alcanzar un ritmo relativamente saludable", asegura Chris Christopher, director de Economía de Consumo de la consultora IHS, quien matiza que el consumo real de productos duraderos y no duraderos se aceleró en noviembre. Dicho esto, cabe destacar que las cifras sobre órdenes de pedidos de bienes duraderos quedaron sin cambios el mes pasado. 

Desde agosto el consumo real, que deja de lado a los alimentos y la energía, ha crecido a un ritmo mensual del 0,2%, un incremento uniforme y sólido dadas las circunstancias actuales, donde los precios se mantienen planos fruto de las presiones deflacionistas del crudo. "El gasto del consumidor para los próximos años se perfila mucho mejor que el registrado en 2014, si asumimos que los ingresos seguirán aumentando", indica Christopher, al mencionar la modesta inflación y la revalorización del sector inmobiliario a este lado del Atlántico. 

Sin embargo, el cálido invierno parece estar jugando una mala pasada entre las minoristas y haber desmotivado en cierta forma a los estadounidenses. En estos momento está previsto que las ventas navideñas crezcan entre un 3,4 y un 3,7% este año, su menor incremento desde 2013. Un hecho que ha llevado a muchos establecimientos a tomar medidas desesperadas. 

Este año el 90% de las minoristas están ofreciendo envíos gratuitos, según la consultora HRC. Aunque las estrategias varían según la tienda, muchas compañías se "están canibalizando asímismas", según explicaba en una nota a sus clientes Simeon Siegel, analista de Nomura Securities. "En estos momentos, los consumidores pueden conseguir lo que quieran", manifestó. En estos momentos, las minoristas asumen que los pedidos pueden incrementar entre un 15 y un 30% gracias a los envíos gratuitos, un hecho que de no materializarse pone en peligro sus beneficios.

"Las minoristas se están desesperando a medida que los consumidores se distancian de las compras tradicionales", explicó a Bloomberg, Farla Efros, presidenta de HRC. "Los indicadores económicos mejora pero no es traducen entre las minorista", añade. Según los datos del Departamento de Comercio, la minoristas de ropa vieron como sus ventas crecieron sólo un 0,3% el pasado mes con respecto a las cifras registradas en noviembre de 2014, mientas que las minoristas generales registraron un incremento del 2,3%.

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