Economía

Reunión anual FMI y BM acaba con sombra golpe estado en Tailandia

Teresa Bouza

Singapur, 20 sep (EFECOM).- El FMI y el Banco Mundial clausuraron hoy su Asamblea Anual en Singapur, que se salda con una ligera alteración en la estructura de poder del Fondo, la aprobación de un plan anticorrupción y la sombra de un golpe de estado en Tailandia.

En lo que parece una ironía del destino, casi diez años después de la última reunión de los organismos multilaterales en la zona -que tuvo lugar en septiembre de 1997 en Hong Kong en plena crisis asiática- la región vuelve a mostrar señales de inestabilidad.

La noticia del golpe de estado en Tailandia llega además sólo unos días después de que el Fondo alabara la "vibrante expansión" asiática y de que numerosos economistas insistiesen en que la región está lista para mantener la economía global a flote si EEUU se desacelera más de lo previsto.

Las menciones a los riesgos políticos y su potencial impacto económico no formaron parte del discurso oficial, concentrado en elogiar los logros económicos de Asia.

Aun así, Daniel Kaufman, director de programas globales del Instituto del Banco Mundial (BM), que organiza cursos de capacitación relacionados con el desarrollo, dijo hoy a EFE que el último informe sobre buen gobierno divulgado la semana pasada en Singapur muestra un elevado riesgo político en Tailandia.

El país aparece con 29 puntos en una escala de uno a 100 en la categoría de "estabilidad política", por debajo de los 84 de Singapur, los 62 de Malasia, los 39 de China o los 59 de Vietnam.

A la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos en los próximos días, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, dijo hoy que por ahora el golpe de estado en Tailandia no ha tenido impacto sobre el sistema financiero, pero añadió que el organismo vigila la situación "de forma muy estrecha".

Más allá de este inesperado acontecimiento que forzó la partida por adelantado de los miembros de la delegación tailandesa, la cumbre que concluye hoy inauguró el proceso de renovación del FMI.

El Fondo y su institución hermana, el Banco Mundial, iniciaron su andadura en 1944 con el objetivo de ayudar a reconstruir una Europa asolada por la Segunda Guerra Mundial y, en el caso del Fondo, supervisar la estabilidad del sistema cambiario.

Posteriormente adquirieron nuevas funciones, al erigirse en guardianes del desarrollo económico y la estabilidad financiera.

Pero tanto el Fondo como el Banco han visto reducirse su lista de cometidos, a medida que el funcionamiento de mercados e instituciones financieras ha ido mejorando.

La misión del Banco de dar dinero a los pobres y consejos sobre cómo gestionar sus economías también ha recibido críticas.

Los conservadores de todo el mundo dicen que ese enfoque crea más problemas de los que soluciona y la izquierda se queja de que los países en desarrollo no obtienen suficientes fondos y además no hay suficiente control sobre la forma en la que gastan el dinero.

El Fondo y el Banco insistieron esta semana que todavía les queda mucho por hacer y que ha llegado el momento de reinventarse.

Para ello, el FMI decidió dar algo más de peso en el organismo a China, México, Turquía y Corea del Sur, los países con menor representación en virtud de su Producto Interior Bruto (PIB). Además, se comprometió a seguir con la reforma para que el mundo en desarrollo tenga mayor voz y representación en la entidad.

Los 184 miembros del Banco, por su parte, dieron luz verde a una estrategia para luchar contra la corrupción en los países pobres.

El organismo dirigido por el ex "número dos" del Pentágono, Paul Wolfowitz, insistió además en que todavía tiene un papel relevante que jugar en los países de ingresos medios, a los que, dice, puede ofrecer "valioso" asesoramiento.

Más allá de las reformas, fue noticia también la decisión de Singapur de prohibir la entrada a 28 activistas, que provocó un conflicto abierto del Banco y el Fondo con el Gobierno del estado asiático. Singapur accedió finalmente a permitir la entrada a 23 de los 28 vetados.

En total, participaron en el encuentro 20.140 personas, entre ellos más de 1.300 periodistas y 281 organizaciones cívicas. EFECOM

tb/cma/mdo

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