El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha mantenido vigente su promesa de radicalizar la revolución socialista que Hugo Chávez comenzó. Pero la estrategia de Maduro está teniendo un desenlace como mínimo controvertido. Las políticas del Gobierno y el desplome del petróleo han dejado al país en una situación económica más que comprometida.
El grave estado de la economía en Venezuela podría ser clave para que la oposición del país llegue al poder tras 16 años de la dupla Chávez-Maduro. En 2013, con el difunto Chávez aún en el poder, la población aún parecía apoyar al Gobierno, sin embargo tras la muerte del 'Comandante', Maduro asumió el poder y desde entonces las cosas han cambiado mucho.
Desde que es presidente, Maduro ha violado la mayor parte de los principios básicos por los que se rige la economía. La intervención estatal en casi todas las esferas se ha convertido en algo habitual. Los controles de precios durante años han sido un obstáculo para que las industrias creciesen y se especializasen en otros bienes diferentes al petróleo, lo que hubiera concedido al país una diversificación mayor de su economía.
Dentro de estas imposiciones públicas, destacan los controles de divisas. Cada promesa de liberalizar la flotación del bolívar ha terminado en un nuevo sistema de tipo de cambio, complejo y opaco, que ha tenido como resultado el hundimiento del bolívar en el mercado negro. La inversión extranjera busca estabilidad y ciertas garantías para establecerse en un país, algo a lo que han contribuido más bien poco los últimos gobiernos.

Mientras que el bolívar se hundía, los venezolanos han presenciado como sus ingresos reales menguaban. El salario mínimo de Venezuela se ha incrementado en varias ocasiones hasta los 9.649 bolívares, sin embargo, esta cantidad tan solo representa unos 48 dólares al mes si se mira con el tipo de cambio legal más débil y menos de 10 dólares si se hace el cambio con la cotización del mercado negro.

Bajo el Gobierno de Maduro, Venezuela se ha convertido en el país con mayor inflación del mundo, con un crecimiento de los precios que supera el 100% interanual y que en el peor de los casos podría llegar al 1.500% en 2017. Además, esta inflación está marcada por la dualidad, mientras que los bienes y servicios regulados se mantienen, los productos no regulados se han disparado de precio. Salir a cenar hoy por Venezuela es una misión casi imposible para cualquier persona de a pie.
El petróleo en Venezuela ha representado en los últimos años el 95% de las exportaciones totales del país. El desplome del precio del crudo ha erosionado los ingresos del país y la entrada de dólares. Maduro está culpando de la situación que vive el país a los "oligarcas" de EEUU y a Colombia, que según el presidente de Venezuela han iniciado una "guerra económica" contra su país.
