Los efectos de la última crisis económica aún se sienten en muchos países del mundo, pero quizá estas consecuencias se ven de forma más pronunciada en la Eurozona y en países como España. La crisis ha 'destrozado' los factores productivos, muchos de ellos han quedado casi inservibles, por lo que no son pocos los que dudan de que España pueda volver a ofrecer un nivel de vida digno a sus jóvenes.
Esta misma cuestión queda destacada en el último informe de La Caixa Research, en el que Jordi Gual, economista jefe de este organismo, explica que "el mazazo que han supuesto la profundidad y la duración de la Gran Recesión y lo que está costando recuperar unas tasas brillantes de crecimiento, ha instalado en las economías avanzadas un cierto pesimismo sobre el futuro".
Varios economistas no dudan en utilizar el término 'histéresis', que es la tendencia de un material a conservar sus propiedades, en ausencia del estímulo generado. Por ejemplo, en España se cree que hay más de dos millones de parados de larga duración. Estas personas pueden haber perdido durante este periodo ciertas habilidades y destrezas, que en ciertos casos, pueden alejarles de su reinserción en el mercado laboral. Esta erosión de los recursos provocada por la gravedad de la última crisis puede ser un gran obstáculo para que España pueda volver a registrar crecimientos de su producción similares al periodo previo al 2008 en el largo plazo.
Esta situación hace que muchos jóvenes se pregunten si van a poder disfrutar de un nivel de vida mejor que el de sus padres. "La generación actual de jubilados ha presenciado cómo, a lo largo de su vida laboral, la renta media del país se multiplicaba por 3,3. Y los adultos que se jubilarán en la próxima década habrán visto cómo el nivel de vida del país se doblaba a lo largo de su etapa activa", señala Jordi Gual.
¿Vivirán mejor los jóvenes?
Sin embargo, "conforme un país progresa y se enriquece, es natural que la tasa de crecimiento se modere, pues o que se agotan las oportunidades de incorporar innovaciones y nuevas tecnologías a los procesos productivos... La generación joven que se ha incorporado recientemente al mercado laboral sólo puede aspirar a ver multiplicado por 1,5 el nivel de vida del país a lo largo de su vida laboral".
Para Jordi Gual, "esta es una cifra promedio que, al conjugarse con un entorno empresarial y laboral mucho más complejo, puede traducirse, ciertamente para muchas personas, en una era de expectativas limitadas. Muchos jóvenes no tienen claro que vayan a tener un nivel de vida superior al de sus padres", explica el economista jefe de La Caixa Research.
Aunque como dice el refrán español, 'mal de muchos consuelo de tontos', al resto de economías desarrolladas tampoco les espera un entorno mucho más favorable: "Si bien España y la Eurozona esperan multiplicar su renta por 1,5 en la próxima generación, la expectativa estadounidense es de 1,8. Esta cifra tampoco es brillante, pero se sitúa sólo 4 décimas por debajo de la que alcanzó la generación anterior, una muestra del liderazgo que ejerce EEUU en la economía mundial".
No solo la generación de jóvenes actuales van a ver como su nivel de vida se multiplica por un escaso 1,5, también tendrán que lidiar con la creciente desigualdad de ingresos si esta tendencia se mantiene. La media de crecimiento en el nivel de renta será de 1,5 pero como se distribuya ese incremento de las rentas es una incógnita.