La Comunidad de Madrid integrará en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) las empresas públicas de seis hospitales cuya gestión fue externalizada por el anterior Ejecutivo del Partido Popular.
La presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, quien gobierna con el apoyo del partido emergente Ciudadanos, da así marcha atrás a la polémica privatización de la gestión de seis hospitales públicos que inició Esperanza Aguirre la pasada legislatura, como parte de un paquete de medidas con las que el Gobierno regional pretendía ahorrar unos 200 millones de euros.
Los hospitales en cuestión son el Infanta Cristina, en Parla; el Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes; el del Sureste, en Arganda del Rey; el del Henares, en Coslada; el Infanta Leonor, en Vallecas; y el del Tajo, en Aranjuez; y pasarán a ser considerados centros de atención hospitalaria de gestión directa una vez que se produzca la extinción de su actual condición de empresas públicas, que está prevista para el 30 de junio del próximo año 2016. Así lo explicó ayer Cifuentes en la Asamblea regional tras la aprobación del proyecto de ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2016.
Acompañada por el portavoz, Ángel Garrido, y la consejera de Economía y Hacienda, Engracia Hidalgo, la presidenta destacó que la homologación de estos seis centros al resto de hospitales de gestión directa es una medida que "ahonda en el compromiso adquirido de apostar por una sanidad pública, gratuita y de máxima calidad".
Durante su intervención, Cifuentes sostuvo que, con esta ley de Medidas Fiscales, el Ejecutivo autonómico pretende dar cumplimiento a algunos de los objetivos comprometidos en su programa electoral antes de ganar las elecciones en mayo, pero también a varios de los puntos del acuerdo de investidura suscrito con Ciudadanos.
"Pretendemos reforzar el carácter público de los servicios esenciales, reducir la presión tributaria, eliminar duplicidades, incrementar la competitividad económica y adecuar la normativa a las necesidades de la sociedad", afirmó la presidenta de Madrid, quien aseguró su intención de crear una comunidad "más eficiente, menos costosa y capaz de generar empleo y de incrementar la calidad de vida de los ciudadanos".
La decisión adoptada ayer durante el consejo de Gobierno extraordinario, que responde al programa electoral y al cumplimiento del compromiso adquirido por la presidenta autonómica en su investidura, formaba parte de las reivindicaciones de la marea blanca de protestas sanitarias, en cuyas movilizaciones se rechazaba la externalización y se pedía que este personal pasara a formar parte del Sermas.
En esta línea, según indicó Cifuentes, los profesionales de los seis centros afectados seguirán prestando el servicio en estos hospitales una vez integrados en el Sermas.
Se salvan los 5.600 puestos
Así, la decisión del Gobierno de Cifuentes, que será comunicada a los sindicatos, previsiblemente, en una reunión inminente de la mesa sectorial de Sanidad, implica que el personal sanitario que estaba contratado por las respectivas empresas públicas, que supera los 5.600 profesionales entre los seis hospitales, revierta al Sermas.
Entre los afectados por la marcha atrás del Gobierno regional, la casuística es variada. Un alto porcentaje de los trabajadores de los centros objeto del cambio fueron contratados en un principio por estas sociedades externas desde su constitución; otro grupo era personal del Sermas que había optado por pasar al nuevo régimen, como estrategia de promoción profesional; y el resto de los afectados tenía plaza en otras comunidades autónomas y optaron por trasladarse a Madrid para ejercer en los nuevos hospitales.
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