
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, anunció en julio de este año nuevos recortes en el estado del bienestar a fin de conseguir su objetivo de eliminar el déficit en 2020. Para compensar la 'mala prensa' de estos recortes, acompañó su plan con uno de los anuncios mejor recibidos en el Reino Unido: de aquí a 2020 se elevará el salario mínimo profesional a 9 libras la hora (12,6 euros), de 6,5 libras (9 euros) actuales. Una propuesta que llegaba a cambio de reducir drásticamente los 'tax credits' (salario público complementario para las rentas más bajas) para reducir el gasto. A pesar de lo 'vistoso' de la propuesta, las rentas más bajas serían las grandes perjudicadas.
Sin embargo, para sorpresa de muchos, el pasado 26 de octubre la Cámara de los Lores bloqueó la aprobación del recorte de 4.400 millones de libras en las ayudas fiscales a familias trabajadoras de rentas bajas. Estas ayudas o 'tax credits' son el sistema que pretende implantar Ciudadanos en España, conocido como complemento salarial.
Como señala Miguel Almunia, profesor de Economía en la Universidad de Warwick (Inglaterra) en Nada es Gratis, "esta votación supuso una dura derrota para George Osborne, ministro de finanzas del gobierno conservador de David Cameron, cuyo plan era complementar este recorte con un incremento (a todas luces insuficiente) del salario mínimo".
Para conocer un poco mejor el sistema, los 'tax credits' británicos son una ayuda fiscal a las rentas más bajas que varían según el nivel de renta y el número de hijos a cargo del empleado. Estas ayudas se dividen por tanto en los 'child tax credit' (CTC) y el 'working tax credit' (WTC), para los empleados que tienen bajos salarios tengan o no tengan hijos. La cuantía de estas ayudas se decide en función del número de hijos a cargo, el número de horas trabajadas, los costes de la asistencia sanitaria de los hijos y los ingresos familiares y de otras fuentes.

Como señala Almunia, "la fallida propuesta de Osborne consistía en reducir el umbral a partir del cual se empieza a retirar el WTC a solo 3.800 libras anuales, y además preveía un incremento de la tasa a la que se elimina la deducción fiscal. Ambas medidas reducirían sustancialmente la generosidad del sistema, especialmente para las familias de rentas más bajas, y ahorraría 4.400 libras al erario público (menos de un 0.3% del PIB)".
Beneficios del 'tax credit'
Los defensores de los 'tax credits' alegan que es una de las formas menos dañinas de redistribuir ingresos sin distorsionar el mercado laboral y sin dañar la creación de empleo. Es decir, en un sistema fiscal progresivo (donde las rentas más elevadas pagan una mayor cantidad de tributos e impuestos) se distribuyen parte de esos ingresos que van a caer en manos de las rentas más bajas que tienen empleo (en Reino Unido se puede decir que hay pleno empleo). De este modo no existe un desincentivo a trabajar, como si pudiera ocurrir con una renta básica universal en la que cualquier persona (quiera trabajar o no) recibe una prestación por el simple hecho de existir.
Osborne y Cameron tenían previsto compensar estos recortes subiendo el salario mínimo: "Curiosamente, la reforma ideada por Osborne consistía precisamente en incrementar el salario mínimo nacional para compensar a los que salen perdiendo por el recorte de las ayudas fiscales. Su objetivo principal era reducir el déficit público, a costa de disminuir la redistribución y empeorar los incentivos a la participación laboral".
"Poco tiempo después de que su propuesta se hiciera pública con la presentación del Presupuesto para 2016-2017, un estudio elaborado por el Institute of Fiscal Studies (IFS) demostró que las pérdidas para las familias de rentas bajas y medias por el recorte en el WTC serían mucho mayores a las ganancias potenciales por la subida del salario mínimo. Los mayores damnificados son aquellos entre los deciles 1 y 5 (rentas bajas y medias), mientras que los beneficios del incremento en el salario mínimo son pequeños y se concentran entre los deciles 4 y 7", según muestran los cálculos de este think tank.
Se puede concluir, que la propuesta orquestada por los conservadores británicos tenía como objetivo principal ahorrar unos miles de millones de libras para cuadrar el déficit. A cambio, se aprobaría una subida del salario mínimo que sería totalmente insuficiente para compensar la pérdida de ingresos de las rentas bajas derivadas de los recortes en los 'tax credits'.