Economía

Los organismos internacionales constatan la desaceleración mundial

  • Pese a la pérdida de brío, España se postula como locomotora de la eurozona

La economía mundial se ralentiza. Los principales bloques y, con ellos, las grandes potencias, afrontan una moderación de su crecimiento que viene pronosticada en los últimos días por los principales organismos internacionales.

Si el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía este martes del riesgo de estancamiento de las economías avanzadas, sobre todo en caso de que la demanda mundial resultase afectada por el debilitamiento de las emergentes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) avisaba dos días después de una "moderación" de la perspectiva de crecimiento de las principales economías mundiales, entre las que salvó al conjunto de la eurozona.

Por su parte, la institución dirigida por Christine Lagarde, si bien descarta que la economía mundial descarrile hasta la recesión, rebajó esta semana sus previsiones de crecimiento hasta el 3,1 por ciento en 2015, dos décimas por debajo de las proyecciones emitidas en el mes de julio. Una cifra que no implica la contracción de la actividad mundial pero marca un ritmo de crecimiento cercano a los niveles de crisis registrados en 2009.

Excepciones al frenazo general

Y en línea con el FMI, el índice compuesto de indicadores de la OCDE correspondiente al mes de agosto constata la pérdida de fuelle global.

Así, los datos presentados esta semana por el club de los 34 países más ricos muestran que, efectivamente, el ritmo de crecimiento económico desacelera a nivel mundial, pero algunas economías parecen escapar del frenazo generalizado.

En concreto, el indicador global, que anticipa los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica, retrocedió una décima por tercer mes consecutivo, al pasar de 100 puntos en julio a 99,9 enteros en el mes de agosto.

Dentro de la eurozona, los índices de Italia, que subió de los 100,9 puntos a los 101 enteros, y de Francia, que aumentó desde los 100,7 puntos hasta los 100,8 enteros, apuntan un crecimiento "firme"; mientras, Alemania se mantuvo estable en los 100 puntos.

En el caso de España, el indicador retrocedió desde los 101,66 puntos hasta los 101,56. Un descenso que, aun situando el dato por encima de los países de la OCDE y el índice de la eurozona, que aumentó hasta los 100,7 puntos, se traduce en un pronóstico de "crecimiento" estable por parte del organismo de cooperación internacional.

Aunque nuestro Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 3,1 por ciento este año y perderá impulso en 2016, hasta el 2,5 por ciento, según las previsiones del FMI, la economía española aún se postula como locomotora de la eurozona.

Ralentización española

A la par que la OCDE, los analistas de BBVA Research coincidieron en pronosticar la ralentización del crecimiento de la economía española en el tercer trimestre.

Según los expertos del banco, el avance del PIB al cierre del mes de septiembre fue del 0,7 por ciento intertrimestral, tres décimas por debajo del experimentado en el segundo trimestre.

De este modo, aunque nuestro país continúa en la senda de la recuperación, parece estar sufriendo cierta desaceleración respecto al ritmo de crecimiento de los primeros meses del año, según llevan semanas apuntando los organismos expertos. Y es que los pronósticos de la OCDE y el BBVA llegan después de que tanto el Banco de España como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) certificasen la ralentización de la economía española.

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