
Así lo cree la agencia de rating Standard & Poor's, que en su último informe de investigación 'Eurozona Economic Outlook: Steady For Now, Despite Slower Wolrd Trade' (perspectivas económicas para la Eurozona: estables por ahora, a pesar de la ralentización del comercio internacional), explica que las turbulencias en las economías emergentes y la depreciación de sus divisas obligará al BCE a actuar con más fuerza para alcanzar sus objetivos.
Según los expertos de Standard & Poor's: "Las divisas de los países emergentes han perdido valor, mientras que el euro se ha apreciado de nuevo, complicando el logro de los objetivos del Quantitative Easing (QE) del BCE, afectando al crecimiento de la Eurozona y a las expectativas de inflación. Creemos que estos dos factores de debilidad obligarán al BCE a llevar más allá de septiembre de 2016 el QE".
QE hasta 2018
Concretando los datos, la agencia de rating cree que el BCE extenderá su compra de bonos hasta mediados de 2018, cuando estaba previsto que terminase en septiembre de 2016. Además, se ampliará más del doble el tamaño de la expansión cuantitativa, que alcanzará los 2,4 billones de euros en lugar de los 1,1 billones anunciados. El anuncio de este incremento del QE podría producirse en diciembre, según destaca el informe.
Por otro lado, la desaceleración del crecimiento en China será fuerte, su PIB crecerá un 4,4% en 2016 y un 3,9% el año siguiente, en lugar del 6,3% y el 6,1% que habían pronosticado los economistas de la agencia en un primer momento. Este descenso de la actividad económica en el gigante asiático afectará sobre todo a Alemania y Holanda.

España será el país que resistirá mejor la crisis de los emergentes. Mientras que las exportaciones de Alemania a estos países suponen el 27,8% del total y un 10,8% de su PIB, en España sólo son el 16% del total y tan sólo representan un 3,6% del PIB.
Crecimiento estable en la Eurozona
Sobre el conjunto de la Eurozona, S&P señala que los indicadores líderes sugieren que la actividad económica se mantendrá estable durante el resto del año, después de haberse frenado ligeramente en el segundo trimestre, con el consumo como principal motor de la recuperación.
En concreto, la agencia de calificación mantiene que el conjunto de la zona euro crecerá un 1,6% en 2015, pero ha reducido en una décima su previsión para 2016, desde el 1,9% al 1,8%. Para 2017, prevé un incremento del PIB del 1,6%. Por países, ha mejorado la previsión de crecimiento del PIB de Italia desde el 0,5% al 0,7% para 2015 y desde el 1% al 1,2% para 2016, debido a un repunte en la demanda de los consumidores.
Por el contrario, ha reducido ligeramente desde el 1,3% al 1,1% el crecimiento del PIB previsto para Francia este año para reflejar los débiles resultados del segundo trimestre, mientras que las menores exportaciones en Alemania han hecho que recorte su previsión del 2% al 1,7% para 2015 y desde el 2,2% al 2% para 2016.
Mejoras para España
Por último, la agencia ha mejorado en dos décimas su previsión de crecimiento para España en 2015, desde el 3% que esperaba en julio hasta el 3,2%, debido al "muy fuerte" comportamiento registrado este año por la economía española.
Según recoge su informe trimestral sobre la eurozona, la agencia de calificación también ha mejorado hasta el 2,7% su estimación de crecimiento del PIB para 2016, una décima más que el 2,6% que preveía hace tres meses, y ha fijado una previsión del 2,4% para 2017.
De esta manera, la nueva estimación de la S&P para 2015 es una décima inferior al incremento del PIB del 3,3% que recogen las últimas previsiones oficiales del Gobierno español, mientras que la de 2016 es tres décimas más baja que el 3% que prevé el Ejecutivo para el próximo año.