
La producción industrial de Japón cayó inesperadamente por segundo mes consecutivo en agosto. Se reavivan los temores de que una bajaba prolongada pueda disipar una recuperación económica vacilante y aumentan las expectativas de nuevas medidas de estímulo del Banco de Japón para reactivar el crecimiento.
Las ventas minoristas crecieron por quinto mes consecutivo en el año a agosto, pero el ritmo de las ganancias anuales se desaceleró con fuerza, subrayando la fragilidad del gasto del consumidor.
La producción industrial cayó un 0,5% según una base de comparación mensual, como mostraron este miércoles datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, por debajo del aumento de un 1,0% previsto por economistas consultados en un sondeo de Reuters.
Los débiles indicadores sugieren que la tercera mayor economía mundial sigue teniendo problemas para ganar impulso después de contraerse un 1,2% interanual en el segundo trimestre, manteniendo a las autoridades bajo presión para que ofrezcan nuevas medidas de estímulo para fomentar el crecimiento.
Los analistas proyectan una modesta recuperación del crecimiento en el actual trimestre, pero algunos dicen que el riesgo de una recesión está aumentado debido a que la economía de China se sigue desacelerando.
"Las exportaciones fueron débiles en agosto y eso presionó a la producción industrial y a los envíos. Es probable que la producción industrial caiga por segundo trimestre consecutivo entre julio y septiembre", dijo un responsable del Ministerio de Comercio en una conferencia de prensa.
Los fabricantes consultados por el ministerio esperan que la producción crezca un 0,1% en septiembre y se expanda un 4,4% en octubre. El ministerio rebajó su evaluación de la producción industrial, diciendo que se está debilitando.
Mientras tanto, otros datos del ministerio mostraron que las ventas minoristas crecieron un 0,8% en agosto frente al mismo mes del año previo, lo que se compara con un aumento de un 1,1% previsto por economistas.
La cifra representa el quinto mes consecutivo de avances, pero fue inferior a la expansión de un 1,8% de julio. Los débiles datos se conocen en un momento delicado para el banco central.
El Banco de Japón analizará una serie de cifras -incluidos el sondeo Tankan que se divulgará el jueves y el dato de gasto familiar que se conocerá el viernes- en la revisión de su política monetaria la próxima semana.
Las especulaciones sobre si el BOJ podría flexibilizar más su política monetaria para lograr su meta de inflación aún persisten. El banco central sostiene que el índice de precios al consumidor alcanzará su meta de un 2% antes de septiembre del 2016.
Pocos inversores esperan que la meta se cumpla, debido a que una nueva caída de los precios del petróleo hizo caer al IPC por primera vez desde que el BOJ inició su enorme programa de compra de activos.
Por Tetsushi Kajimoto para Reuters.