Economía

El consumo impulsó el PIB de EEUU al 3,9% en el segundo trimestre

La inversión en construcción, clave también de un crecmiento superior al previsto inicialmente. Las proyecciones apuntan a una moderación del avance económico desde el inicio del verano.

No hay mal que por bien no venga. Tras el traspiés registrado a comienzos de año por la economía estadounidense, cuando el PIB se estancó en el 0,6 por ciento, parece que la actividad recuperó su brio entre abril y junio. Según la última revisión realizada por el Departamento de Comercio de EEUU, el país creció a un ritmo del 3,9 por ciento en el segundo trimestre, dos décimas por encima de lo previsto.

En esta ocasión los factores positivos consiguieron acelerar aún más el impulso de la mayor economía del mundo. Entre ellos destacó la fuerte inversión en construcción y equipo para el sector inmobiliario así como para el no residencial. Aún así, el verdadero efecto eferevescente llegó del gasto del consumidor, que se mejoró en cinco décimas hasta el 3,6 por ciento, y cuya tendencia alcista estuvo motivada por el incremento del gasto en servicios médicos. En estos momentos el PIB real de EEUU crece ya a un 2,3 por ciento, dos décimas por encima de lo previsto antes.

Sin embargo, en esto de las dinámicas macroeconómicas también existen losas que pesan. Recordemos que el país acumulaba grandes niveles de inventarios, por eso es inevitable que el proceso de desaceleración haga mella en próximas lecturas. "El debilitamiento en los inventarios supondrá un factor en contra para el crecimiento en el tercer y el cuarto trimestre", avisa Nariman Behravesh, economista jefe de IHS. "En general anticipamos que el crecimiento en el trimestre todavía en curso oscilará entre el 2 y el 2,5 por ciento", señaló.

En cierta forma, una expansión de casi el 4 por ciento es "insostenible" para una economía cuyo potencial de crecimiento actual ronda el 2,5 por ciento. Aún así, está previsto que el incremento de las contrataciones, la caída en los precios de la gasolina y el aumento de los precios de la vivienda ayudarán a sostener al gorila de la economía estadounidense, que sigue siendo el consumo y que supone alrededor del 70 por ciento del PIB. En este contexto, aunque la debilidad y la volatilidad fuera de las fronteras estadounidenses frenase a la FED a iniciar su primera subida de tipos desde 2006, la normalización parece más que probable a finales de este año.

Por encima de la tendencia

"La disminución de los precios de la energía han servido de apoyo y han animado a los consumidores", dijo en un informe Michael Feroli, economista de JPMorgan Chase & Co. "Hemos crecido por encima de la tendencia y pensamos que probablemente este ciclo podría continuar por lo menos en el tercer y el cuarto trimestre", señaló.

Si diseccionamos el informe publicado ayer por el Departamento de Comercio observamos que la inversión empresarial subió a un ritmo anualizado del 5,2 por ciento, frente a una estimación previa de 4,1 por ciento. La inversión en estructuras no residenciales, incluyendo edificios de oficinas y fábricas, subió hasta un 6,2 por ciento, su mayor nivel en más de un año. La construcción de viviendas aumentó a una tasa del 9,3 por ciento, frente a la estimación anterior del 7,8 por ciento. El gasto de las empresas en equipos y software registró un ligero incremento y los datos recientes indican que podría repuntar este trimestre.

Aún así, durante la semana que dejamos atrás hemos registrado algunos datos que señalan que el crecimiento en el tercer trimestre acabará por moderarse. Los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de EE.UU. aumentaron un 2 por en julio, impulsados por el sector del transporte y los equipos militares, un incremento menor al del mes de junio. La cifra, no obstante, supera con creces las expectativas de los expertos, que pronosticaban un descenso del 0,6 por en julio. Si se excluyen los equipos de transporte, los pedidos aumentaron en julio un 0,6 por ciento. Mientras tanto, los pedidos de bienes de capital básicos, que indican la inversión empresarial, subieron un 2,2 por ciento para marcar la mayor alza en 13 meses.

Ayer conocimos como la confianza del consumidor se deterioró en septiembre. El índice final de la Universidad de Michigan para septiembre sobre la confianza del consumidor en general bajó a 87,20, en comparación con la lectura final de 91,90 en agosto y su peor marca desde el pasado mes de octubre.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky