
Paul Krugman fue premio Nobel de Economía en 2008, además es profesor de Economía en la Universidad de Princenton. Este célebre economista asegura que ni España ni Portugal valen como ejemplos de éxito de la austeridad. El desempleo sigue siendo muy elevado y el PIB aún queda muy lejos de los niveles precrisis, explica el economista estadounidense.
"Estos días se está difundiendo mucho por Europa la afirmación de que España y Portugal son prueba de que los críticos con la austeridad estaban totalmente equivocados. Para hacer este tipo de afirmación hay que hacer dos cosas primero: se necesita definir camino exitoso y camino del fracaso; y segundo hay que malinterpretar deliberadamente lo que los keynesianos han estado defendiendo acerca del proceso de devaluación interna", asegura el Nobel de Economía en su última columna en The New York Times.
"España se encuentra muy lejos de los niveles de producción (PIB) de los años previos a la crisis. A pesar del último repunte del PIB, llevará muchos años recuperar todo el terreno perdido. ¿Puede ser España una reivindicación política?", espeta el profesor de Economía. Para ello ilustra su opinión con un gráfico del PIB, que como el que aparece al final de este artículo, muestra que el nivel de producción aún se encuentra bastante por debajo de 2007.
La predicción de un modelo
Krugman acude a un artículo escrito por él mismo hace tres años en el que sostenía que "la deflación gradual (relativa respecto al resto de parejas comerciales) incrementa la competitividad, encaminando la recuperación hacia el pleno empleo; esto implicaría crecimiento económico y expansión de las exportaciones". Estas afirmaciones, más que una refutación de lo que sostienen los economistas y políticos europeos, es lo que predice un modelo económico.
"La clave, sin embargo, es que este proceso necesita mucho tiempo y entraña grandes dosis de dolor a lo largo del camino". Es por eso que Krugman defiende otro tipo de políticas más relacionadas con la demanda y los estímulos monetarias, que con las políticas de oferta.
Krugman cree que los políticos europeos están exagerando los logros por algún motivo desconocido. Lo que ocurre entre los economistas y políticos europeos es que "se están inventando historias de éxito para intentar refutar unas críticas que nunca se produjeron", culmina su artículo de opinión el economista estadounidense.