
La decisión del Banco Popular de China de devaluar el yuan a principios de agosto ha causado fuertes turbulencias en los mercados financieros. Quizá este sea el efecto a corto plazo de esta decisión, pero los estrategas de Credit Suisse creen que China busca un segundo objetivo: que los bienes de mayor valor añadido fabricados en el gigante asiático ganen cuota de mercado a nivel mundial.
Richard Kerseley, director de investigación global de producto del banco suizo, cree que la devaluación del yuan forma parte también de la estrategia china que engloba tres planes (de 10 años cada uno) para liderar los mercados internacionales de productos de alta calidad. China quiere empezar a exportar bienes que tengan grandes márgenes de beneficio para lograr una mayor estabilidad ante posibles shocks. De ser la fábrica mundial de la ropa y los juguetes de plástico a crear y diseñar los BMW del futuro y la marca que compita en calidad con el iPhone de Apple.
Tal y como señala Kerseley, China ha comenzado este proceso hace ya tiempo, a día de hoy entre el 40 y el 50% de las exportaciones son de bienes de equipo o transporte, mientras que las importaciones de componentes y maquinaria para producir ordenadores y otros bienes tecnológicos han pasado de representar el 40% de las importaciones en 2005 al 15% en 2013. China se ha 'armado', su tejido empresarial tiene el capital necesario para producir bienes de alta calidad, ahora tiene la misión de desplazar en los mercados a Apple, BMW o Samsung.
Mayor margen para las empresas
"Las empresas chinas han operado con bajos márgenes y rentabilidades en comparación con las empresas de Occidente. El acceso a crédito barato y menos costes de capital han ayudado a mantener estas empresas chinas. Ahora, las empresas van a buscar productos de mayor valor, lo que significará que las compañías occidentales tendrán que luchar para seguir desempañando el mismo papel en este sector", explica el economista de Credit Suisse.
China tiene bien planificada esta transición. 'Made in China 2025' es el primero de los tres planes de diez años dirigidas a transformar al gigante asiático en el líder de los bienes de calidad y gran valor añadido que finalizará alrededor del año 2049. Además, este cambio permitirá soportar a las empresas chinas el auge de los salarios de los últimos años y los que quedan por venir.
Para concluir, el economista de Credit Suisse señala que "China ya está preparada para escalar en la curva de calidad de los bienes de consumo, las telecomunicaciones, bienes de capital y maquinaria. Es poco probable que el país tenga que esperar hasta 2025 para ver los resultados esperados".